Antes te comprabas una tarjeta postal para escribirle a un amigo desde una ciudad que estabas visitando. O la recibías tú. Yo mismo conservo una colección. Había también "tarjetas de visita" con tu dirección, profesión, etc. Ahora, con el correo electrónico apenas se usan. Pero, eso si (como dicen ahora), hay muchas tarjetas de banco. Con ellas sacas dinero de un cajero y pagas lo que te compras en una tienda. Así, todos ganamos. El que compra supongo que gana tiempo y evita el peso del dinero en el bolsillo, gana el que vende, y ganan, sobre todo, los bancos. Bueno, los bancos, o mejor los banqueros, ganan siempre, porque aunque pierdan enseguida acudimos los buenos ciudadanos a rescatarlos con nuestro dinero, el de nuestros impuestos. Y ganan tanto que le sobra; y por eso han aparecido las "tarjetas opacas". Yo no las he visto, seguramente por eso, porque son opacas. Sólo las pueden ver algunos. Los banqueros y los políticos, que, yo me lo sospechaba, pero con eso de las tarjetas opacas ha quedado más claro, casi siempre son los mismos. Yo sabía que los políticos metidos a banqueros ganaban dinero sobre todo con las dietas, es decir, por darse una vuelta de vez en cuando por el banco. Pero está claro que tienen otro medio muy eficaz para obtener dinero del banco "para sus gastillos". Por unos millones más o menos ¿Qué le importa al banco?
Cosas del dinero de hoy que ya no es "contante y sonante" porque no lo llevamos en una bolsa.