OPINIóN
Actualizado 17/10/2014
Marta Ferreira

No sé muy bien si decir que estoy sorprendida, quizás atónita, tal vez pelín indignada?un cóctel de todas estas cosas regadas de vergüenza ajena, la que me dan los que se suponen llevan las riendas de este país a la deriva.

La población está asustada, y con razón. El primer caso de contagio de ébola en Europa tiene lugar en este gran país nuestro, bandera de todo aquello que no hace sino convertirnos en un país digno de lástima. Una mujer joven, auxiliar de enfermería, contrae la enfermedad al estar en contacto con uno de los misioneros afectados por la enfermedad y traído desde África. Ahora la culpa, señores, sí, la responsabilidad por incumplir el  protocolo, es de la pobre señora (súmale  eso al calvario que estarán pasando ella y su familia) porque incumplió no sé qué regla de no sé qué protocolo, que por lo visto no tienen claro ni los colectivos de médicos ni los de  enfermeros.

Y me indigno, y me pongo casi enferma ante tanta falta de vergüenza, que ya está bien hombre, ya está bien. Esa señora jamás habría contraído tal enfermedad si, en primer lugar, quienes dirigen este gran país preparado para cualquier crisis (eso quisieron hacernos creer) hubiesen asumido sus capacidades y hubiesen hecho algo, en mi opinión (y he leído a expertos que así lo consideran), más acorde a sus posibilidades.

Hubo que buscar recursos humanos y económicos, preparar una dotación en condiciones  y enviarla a África a auxiliar no solo a nuestros misioneros enfermos sino a aquellos que perecen cada día en el continente vecino. Eso habría sido más lógico, se habría ayudado a muchísima más gente, habrían ido personas especializadas y se hubiesen minimizado los riesgos y maximizado los beneficios (quizá en términos económicos o de prestigio tendrían que haber pensado los del Gobierno, que igual así, aunque sólo fuera por la pela, habrían obrado con más razón).

Vergüenza de España, de la Unión, de los súper EE.UU., de todos y cada uno de los países inflados de medios para ayudar a quienes no tienen nada y que siguen volviendo la cara hasta cuando nos afecta. Mejor nos traemos a los nuestros y bueno?allí que se apañen, que total, si se mueren a millares al día de hambre, que si no caen por inanición se mueren de sida, ¿qué es el ébola para ellos? El ébola no era nada verdad, una mini causa dentro de las grandes que llevan a millares de personas, de niños, a la muerte diaria en África. Ahora caigo, claro, el ébola y la ayuda a África va a empezar a prestarse porque quizás ahora el bicho se ha metido en las tripas deformadas de los obesos países que dominan el mundo. Sólo espero que en busca de ayuda, se les preste a ellos, al continente olvidado, al continente de la muerte, que, no nos olvidemos, se puede ver desde Gibraltar, está aquí, al ladito nuestro y aunque no lo queramos escuchar llora de hambre, de enfermedad y de luto veinticuatro horas al día, trescientos sesenta y cinco días al año.

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >¿Existe el ébola? Ahora que está aquí