OPINIóN
Actualizado 17/10/2014
Natividad Cabezas García

Quiero hacer un homenaje desde estas líneas a todas las personas que están al cuidado de un enfermo, bien sea esposo, esposa, padres, hijos, o cualquier otro miembro amigo.
Estas personas que dan AMOR con mayúsculas, sin condiciones, sin recibir nada a cambio, o quizá sí,SU CARIÑO, son dignas de admiración.

Hace unos días acudí en la Catedral Vieja a una ofrenda floral a la Virgen de la Vega, de la mano de una enferma de Alzheimer y organizada por su marido y la Asociación de familiares.

No existen palabras para describir la emoción y el amor que se respiraba en el templo, las lágrimas resbalaban por las mejillas de todos.

He tenido la suerte de conocer muy de cerca a familiares que cuidan de estos enfermos, como así mismo de los responsables y trabajadores de la residencia. Merecen un calificativo tan grande que no cabe en el diccionario. Ofrecen lo mejor que tienen, su amor, comprensión y dedicación sin una mala cara, ni una mala palabra, ahogando sus lágrimas en su soledad.

Tendríamos que reflexionar sobre este problema que de alguna forma u otra nos puede tocar a todos. Estas personas me han enseñado, que a pesar de que muchos medios griten que existe una decadencia de valores, ellos con su ejemplo nos muestran que no es así, que se puede con la ayuda de todos seguir adelante. Que se puede dar todo sin esperar nada a cambio.

Cada persona puede ofrecer la colaboración que más se adapte  a sus posibilidades, pero lo cierto es que tenemos que caminar juntos uniendo codo con codo para que esta enfermedad, como tantas otras, sea como un catarro pasajero.

 

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Amor sin condiciones