No hace falta tener mucha experiencia para conocer que, con demasiada frecuencia, sabemos como las cosas comienzan pero no se sabe como terminan.
Querer fraccionar España desde la ilegalidad no puede quedar impune; a quienes desde hace tiempo están intentando enfrentar a los españoles les tiene que caer el peso de la ley con toda su fuerza; ya no se puede tolerar más.
Hace falta estar ciegos para no ver las situaciones a las que se puede llegar al no cortar de raíz esta situación.
Son expertos para taparse con la bandera y así ocultar toda la suciedad que les queda dentro. Leíamos hace unos días, en un periódico nacional, los negocios y tantos por ciento que, en comandita, se han traído unos y otros y después depositar sus millonarios beneficios en paraísos fiscales. Es lamentable que una parte de los políticos haya caído tan bajo para aprovecharse, de manara tan descarada, de su situación y dedicarse a acumular riquezas, mientras la sociedad que les rodea pasa todo tipo de penurias.
No hay por donde cogerlos. Solo con leer un poco al Padre de la Patria se ve el racismo que destila contra personas de otras regiones que, por supuesto, son muy inferiores; maravillosa herencia para los que a pies juntillas le han seguido hasta llevarnos a donde ahora estamos.
¡El daño que están haciendo a nuestra economía y consecuentemente a todas las personas que están necesitando que, cuanto antes, salgamos de esta situación. ¡En buena parte viven a nuestra costa, nos mean encima y pretenden hacernos creer que llueve.
Suele decirse que siempre que ha llovido ha escampado. Lo mismo que después de una feroz guerra en el continente, surgieron líderes capaces de ver con grandeza de espíritu, una Europa unida y prospera, ahora tengamos la esperanza que la época de los miserables y mezquinos se está acabando y surgirán quienes sean capaces de unir y llevarnos a una sociedad solidaria y sin enfrentamientos.