En primer lugar agradecer que me siga y lea mis artículos.
Siento decirle que si no es por un envío por Twitter que me han hecho no hubiera podido conocer sus inquietudes.
Me gustaría que antes de verter afirmaciones, como que tengo miedo a que me quiten mis bienes, debería de conocerme, pues lo único que poseo es aquello que nadie me puede quitar: el pensamiento, que por otra parte soy consciente de que no les gusta a los sectarios de derechas o izquierdas que han llegado incluso a la amenaza física, verbal e intentar agredirme. Es lo que tenemos.
Reitero que el análisis de la situación que realiza PODEMOS lo comparto y lo considero correcto, pero las recetas que desea aplicar, amén de anacrónicas, no me parecen correctas.
El sistema asambleario está superado ya desde hace tiempo aún cuando se estudien, más en el ámbito académico que en el práctico, fórmulas nuevas y novedosas para el incremento de la participación ciudadana que no es lo mismo y debería de saberlo antes de intentar una investida contra mí o contra nadie.
La defensa del régimen Venezolano por parte de PODEMOS es claro y no deja error o motivo a la discusión (las intervenciones en tal sentido son reiteradas, múltiples y conocidas por todos) y dicho régimen utiliza sistemas, modos y maneras claramente leninistas. Sin perjuicio de que técnicamente la Constitución Venezolana sea una de las más democráticas (lo que se ha reducido con las últimas modificaciones efectuadas) no empecé para que en la práctica el régimen sea filofascita y utilizador de la violencia, la intimidación y la manipulación informativa de forma descarada y eso es lo que critico. No observo en su aserto negación alguna a dichas prácticas.
Pese a toda su panoplia manipuladora populista y demagógica, las recetas de PODEMOS son dirigistas, intervencionistas y limitativas de la libertad de las personas, mientras que mis propuestas son siempre en defensa de la libertad del individuo. Yo no quiero intervenir la economía más allá de lo preciso y ustedes buscan el más puro intervencionismo estatal. Yo quiero decidir la educación de mis hijos, ustedes buscan la escuela única. Yo quiero ser dueño de mi destino y ustedes están empeñados en dirigir el mismo. Yo quiero pagar los impuestos precisos para cubrir los servicios sociales pero nada más, ustedes desean un Estado que lo asuma todo, lo cubra todo y lo decida todo.
Cuando quiera discutimos, pero no insulten, lean lo que se expresa y no manipulen y sobre todo respeten al que disiente de su criterio en lugar de descalificar, se lo aconsejo se vive mejor.