La elección de un desconocido por el gran público, Luis Tudanca, como secretario general de Castilla y León, puede que comience a mostrar el camino de los socialistas hacia el futuro. El personal está cansado de ver siempre las mismas caras, políticos incombustibles, metidos a estos menesteres hace un jartón de tiempo, más o menos desde la época en la que el rey de bastos era sargento.
Pero no es lo más grave que lleven años y años, el mal radica en que la sociedad no los siente cercanos, nada demuestran en sus largas e insulsas carreras por la cosa pública, y el españolito de a pie hace tiempo que pasa de ellos; como consecuencia, llegada una convocatoria electoral no les votan ni los suyos, sean afines o militantes, porque en la mayoría de los casos a ellos lo único que les importa es el sillón, las prebendas y las buenas soldadas.
Acaso sea esto uno de los motivos para el cansancio mostrado por los españoles todos con esta casta privilegiada, casta sí, por mucho que se empeñen algunos en decir lo contrario. Como puede que sea la razón para que surjan en el escenario político nuevos nombres y nuevas siglas que tienen su raíz en el pueblo y son capaces de alguna manera de ilusionar a tanto desengañado.
Y puede también, no me duelen prendas al manifestarlo, que tanto político mediocre sea la causa para que en este país la corrupción se haya instalado en todos los estratos de la sociedad. Si el político no cumple, no vale y es proclive a mirar para otro lado; si en modo alguno se preocupa de lo que ocurre a su alrededor y para él lo único importantes es ir a lo suyo, presumir de cargo y lucir en alguna foto? el listo, el ladrón de guante blanco, el asalta bancos y demás pillos como en España existen encuentran el campo de operaciones perfecto para sus latrocinios.