Raúl Vacas: “No hay nada más vibrante como ver a un niño o joven emocionarse con un poema”

Poeta, agitador cultural, articulista en prensa, decir Raúl Vacas no necesita de muchas más explicaciones. Este hombre que lo mismo siembra, que visita un instituto, que publica un libro para adolescentes, que levanta una pared, que escribe un poema de amor, además gestiona desde hace unos meses con su compañera Isabel Castaño unos encuentros en La Querida- (La Querida: busquen ustedes por la casa de Vacas y Castaño?)-, donde uno puede encontrarse a un fantástico poeta o hacer pan, observar a los pájaros?que son una experiencia inolvidable y toda una referencia

.-En verano se han hecho cosas distintas?

Yo aprovecho el verano para descansar, para poner orden entre los muchos papeles acumulados, para leer, preparar nuevos proyectos y escribir. El ritmo durante el curso es otro. Los viajes, los talleres de escritura y las animaciones en colegios e institutos me dejan poco tiempo libre de modo que cuando acaba mi actividad laboral ?que coincide con el curso escolar? tengo mucho más tiempo para invertirlo en otros asuntos.

La mayor parte del verano la paso en casa, en Rodasviejas, así que aprovecho para dedicarme a la horticultura, al cuidado del jardín y a chapuzas domésticas varias. Lo mismo me da una sierra circular que una desbrozadora o un taladro. Necesito estar activo y necesito alejarme un poco del ordenador.

.-Poeta, y escritor, animador y gestor cultural colabora con diversos medios de comunicación y revistas literarias. Coordina e imparte talleres de escritura creativa?lo último los encuentros en La Querida? entre otras mil cosas  ¿Dígame  como lo hace, cuántas horas tienen sus días?

Hay días que parecen no acabar nunca. Así es la vida del autónomo. Durante el curso madrugo mucho; en verano me acuesto tarde. Tal vez el hecho de vivir en un pueblo, alejado de tantos estímulos, te hace aprovechar mucho mejor el tiempo pero reconozco también que tengo mucha capacidad de trabajo. Si es cierto que el trabajo dignifica, a estas alturas debo ser un tipo muy respetable. ;-)

.- Ha publicado poemas y relatos en las revistas «Atril», «Álamo», «Petriña» y «El Cobaya» y en varias antologías y además saca adelante su obra.

Hace unos años participaba de forma mucho más activa en tertulias literarias, recitales, revistas  y actos relacionados con la poesía en Salamanca, ahora no tanto. Tal vez por falta de tiempo y porque he puesto mis energías en otros muchos frentes.

En estos años me he apartado un poco de mi proceso creativo, aunque sigo publicando libros, para acercarme a otros autores, sobre todo relacionados con el ámbito infantil y juvenil.

También otro tipo de obras, en este caso de albañilería y carpintería, me han ocupado más tiempo que el trabajo poético. Me gusta mucho la palabra "obra", por eso soy feliz en Galicia cuando me encargan algún "obradoiro de poesía". En uno de mis libros, Consumir preferentemente, incluyo este poema al final, en clave de humor: "Excelentísimo Ayuntamiento: Disculpe las molestias que le ocasione esta obra"

.- Cómo y cuánto ha cambiado la escritura, la visión de la obra y la vida desde aquel Confieso que he fumado

Ha cambiado mucho, afortunadamente. Aquel libro primerizo sigue gustándome por lo que tenía de provocación, de experimento, de juego. Me abrió muchas puertas y me invitó a mirar de otro modo. Poco a poco la poesía fue convirtiéndose en algo que iba más allá de las palabras y de los poemas. Ahora me respaldan muchas lecturas y la inmensa fortuna de haber compartido algún que otro momento inolvidable con grandes poetas como Mario Benedetti, Claudio Rodríguez, Gonzalo Rojas, Gastón Baquero, Ángel González o José Hierro. Mi poética se conforma a partir de muchas lecturas y muchas referencias, sobre todo autores de vanguardia o algunos clásicos. Reconoczco que la literatura hispanoamericana me ha enseñado mucho. Cada libro es un nuevo reto y una nueva búsqueda. No me gusta asentarme en un estilo o en una línea poética. Me gusta indagar, probarme, tocar todos los palos posibles, descubrir donde están mis límites. Aún me faltan muchos retos por asumir, entre ellos una novela pero para eso necesitaré aprender a gestionar aún mejor mi tiempo.

.- Son buenos tiempos para la lírica o a veces no queda otro remedio?

Siempre fueron malos tiempos para la lírica. Germán Copini lo supo bien. También lo sabía Juan Carlos Mestre cuando publicó La poesía ha caído en desgracia. Hoy son malos tiempos para casi todo, también para la lectura y para las humanidades. Pero en medio de esta gran oscuridad que es el presente surgen nuevos proyectos y gente muy joven con ganas de plantear un relevo, un posible cambio. Soy consciente de la difícil situación que vivimos en términos culturales y educativos pero a la vez soy optimista. Mi trabajo desde hace cinco años va por ahí, por devolver a los colegios y a los institutos la poesía, por tratar de ayudar a niños, jóvenes y adultos a recuperar la pasión y el amor por las palabras y por la poesía, a desechar prejuicios, a trabajar porque la poesía no sea concebida, tal y como señaló Gabriel Celaya en "un lujo cultural", a poner en estrecha armonía la poesía y la vida. Y en ese trabajo me siento muy respaldado y correspondido. No hay nada más vibrante que ver cómo un niño o un adolescente se emocionan con un poema cuando les toca de lleno. Así que miraremos adelante y seguiremos trabajando.

.-Da la impresión de que hay una especie de renacimiento de la poesía, muchos poetas jóvenes, muchos grupos, antologías, excelentes ediciones, Pre-textos, Renacimiento, Vaso roto, Delirio?

Hay muchos jóvenes que se niegan a perder la ilusión y la utopía. Creen en otra realidad y la defienden con eslóganes, poemas y canciones. En este sentido han ayudado mucho las redes sociales. La poesía y la música siempre fueron armas para despertar conciencias y sensibilidades. Ahora, en medio de una sociedad donde domina la incertidumbre y el escepticismo, las palabras vuelven a cobrar sentido pues transmiten esperanza, pasión, crítica. Los poemas y las canciones se convierten, en este contexto, en un modo de desobediencia civil. Dice Juan Carlos Mestre que "La poesía es un acto de legítima defensa contra la soberbia obstinación del poder para mentir, por eso la exigencia ética es indeclinable en poesía".

Celebro este nuevo maná poético pero desconfío de quienes solo buscan en la poesía un fin estético. Hace falta reflexión  y aún hay mucho por hacer con relación a la didáctica de la poesía. Ahora están muy de moda los cursos sobre inteligencia emocional y otras cuestiones afines. Eso siempre estuvo en la poesía. Un poema es la mejor herramienta para trabajar los sentimientos.

.- Y usted decide que por su parte no va a quedar que hay que moverse si o si?   en mayo, presentó junto a Aquilino González UNO SOLO, un libro editado por la Diputación de Salamanca que dicho sea de paso, se planteó por primera vez Amarú hace años, hay que alabar la constancia y darles la enhorabuena

Estamos muy satisfechos con el resultado de este libro que ha puesto a prueba, desde que iniciamos el proyecto, nuestra capacidad de resistencia.

Amarú Ediciones se planteó hace ya años la posibilidad de publicar un libro con el trabajo gráfico de Aquilino González, profesor de escultura en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca. Aquilino contactó conmigo para hacer el trabajo juntos  y aportar algunos textos a sus apuntes. De modo que nos pusimos a trabajar y a seleccionar de entre sus más de cincuenta cuadernos todo el material gráfico. Después yo aporté los textos y le dimos forma de libro. En  un primer momento fueron dos volúmenes que se corresponden con las dos partes en que hemos dividido el trabajo final. Intentamos publicarlo con varias instituciones pero no fue posible de ahí que decidiéramos replantearnos el proyecto y hacer un cuaderno de apuntes, en un único volumen, y retirar muchos de los juegos gráficos que planteábamos y que suponían un coste de edición muy alto. El año pasado, durante el ciclo de poesía "La sal de la lengua", organizado por la Diputación de Salamanca, le mostré el trabajo a Aníbal Lozano y Belén Cerezuelo. Les gustó y decidieron publicarlo. El resultado es un cuaderno de apuntes ?a Aquilino no le gusta llamarlo libro? espléndido y el mejor premio a la constancia.

.- Como cambia el chip para enfrentarse a la escritura para adultos, niños, adolescentes, prensa?

Lo importante es la elección de los temas y el tono con que los abordas. Un soneto o una cuaderna vía pueden estar al alcance de los niños, sólo hay que saber encajar una historia que les resulte afín o que esté cercana a sus intereses. El trabajo, el rigor y la dedicación son las mismas, solo cambia el receptor. Quizá lo que más me cuesta son mis colaboraciones en prensa. Muchas veces siento la necesidad de aplacar mi vehemencia contra los políticos con unas dosis de sensibilidad. Me cuesta escribir de la dura realidad sin pasarla por el filtro de lo poético. Bastante contaminados estamos ya por la prensa como para convertir un artículo o una colaboración en una trinchera ideológica. Prefiero regalar poesía, o al menos intentarlo. Mi compromiso está a pie de calles, desde la acción, y no tanto desde las palabras aunque no me resisto a escribir cuando considero que está cometiendo una injusticia con alguien. Hace poco, después de leer un malintencionado e injusto artículo contra el poeta Marcos Ana en La Gaceta Regional de Salamanca necesité contestar al columnista. Creo que es hora de desenmascarar al falsario y ahí están las palabras, y los hechos, para lograr ese objetivo.

.- Y dígame como le están cambiando la vida esos encuentros en La Querida- (La Querida busquen ustedes es la casa de Vacas y Castaño?)-, donde uno puede  encontrarse a un fantástico poeta o hacer pan, observar a los pájaros?

Estamos muy contentos con la trayectoria de La Querida. Aquí el trabajo principal lo hace Isabel Castaño, mi compañera. Queremos que este espacio cultural se convierta en un referente para los que vivimos con intensidad la literatura, el arte, la naturaleza, las tradiciones del campo, la música o el cine.

Conocer y convivir con artistas de la talla del director de cine José Luis Cuerda o el ilustrador Katsumi Komagata, aprender sobre aves o tu hábitat natural con Joaquín Araújo o disfrutar con las palabras de Juan Carlos Mestre es todo un lujo. Pero al lado de todos estos nombres importantes hay muchos otros de buenos amigos, también artistas, que comparten su tiempo y su trabajo con nosotros como Mili Vizcaíno, Chloé Bird, Primigenius, La Chana Teatro o los Apretacocretas, entre otros.

Da gusto gestionar algo así y hacer posibles muchos sueños. Para nosotros es un auténtico respiro, una dosis extra de energía y de confianza en el ser humano. Así que cada vez que tenemos alguna actividad es un día de fiesta para nosotros.

.-Qué libro ha leído últimamente que le ha dejado sin aliento

Intemperie, de Jesús Carrasco. Es un libro que te deja, literalmente, sin aliento. Conviene para su lectura tener una ventana cerca o una bombona de oxígeno. Me sedujo y me atrapó por su lucidez y su prosa. Tras esa apariencia de sencillez argumental y de esa incontinencia verbal están los miedos y preocupaciones del ser humano. Es todo un tratado de psicología y un alegato sobre el uso de los sentidos en la escritura. El texto nos invita a tocar, a oler y su apariencia de

Ahora estoy leyendo Ávidas pretensiones, de Fernando Aramburu, un libro divertido que parodia el mundillo poético. Necesito la risa para compensar las muchas tragedias que vivimos a diario. Y el mundo de la poesía, también con su parafernalia y esperpento, se presta en muchas ocasiones al chiste y a la broma.

Tengo pendientes, en mi mesa de trabajo, un par de libros de poemas: La fiera, de Ben Clark y Pequeños holocaustos sin importancia, de Iñaki Carrasco.

.-Y qué nos recomendaría para leer 

Voy a barrer un poco para casa y recomendar el libro Flor de todo lo que queda. Un trabajo espléndido que Isabel Castaño, mi compañera, hizo a partir de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna. La editorial Edelvives nos encargó el trabajo para su colección "Alandar", yo aporté el título y el prólogo del libro.

También recomiendo Formol con Havana 7, de Luis Felipe Comendador, un libro que he releído hace poco y que me parece brillante.

Y por último invito a los lectores a seguir de cerca la pista de María José Ferrada, una escritora chilena que me sorprendió con dos de sus libros para niños (y no niños): El lenguaje de las cosas (El Jinete Azul) y El idioma secreto (Faktoría K).

.-A qué autor, a qué libro vuelve siempre

Hay un libro que frecuento mucho, Mortal y Rosa de Francisco Umbral. Entrar en él es como entrar en la consulta del psicólogo o en el bar de guardia. Me reconforta e inquieta a un tiempo.

Vuelvo siempre a Miguel Hernández, Vicente Huidobro, Ángel González, Rafael Pérez Estrada, Gonzalo Rojas, Francisco Pino, Oliverio Girondo?, muchos. Me gusta picar entre horas. Buscar una y otra vez esos poemas que sostienen mi aliento poético o que me ayudan a crecer.

Este verano me he propuesto acercarme en profundidad a Zurita y Cunqueiro. Ya tengo unos cuantos libros suyos en el montón de pendientes.

Charo Ruano

 

Raúl Vacas, un agitador cultural

Licenciado en Ciencias de la Información y Diplomado en Educación Social. Raúl desempeña labores de edición, animación y gestión cultural y colabora con diversos medios de comunicación y revistas literarias.

Dirige con Isabel Castaño la Escuela de Escritura Creativa "de Vacas y Castaño", un proyecto didáctico y cultural que pretende fomentar el gusto por la literatura y la vida en el campo. Dicho proyecto cuenta con varios talleres de creación y formación on line y una amplia oferta de cursos en una casa de pueblo llamada "La Querida", en Rodasviejas.

Raúl coordina e imparte talleres de creación y animación a la lectura  en colaboración con editoriales, centros de profesores, bibliotecas, colegios e institutos. También participa en varios programas de fomento de la lectura del Ministerio de Educación.

En su bibliografía destacan las plaquetes Confieso que he fumado, El calor de los labios a solas, El imán de la muerte y Corte y confección (junto a Isabel Castaño) y los libros; Proceso de amor (Amarú Ediciones); Consumir preferentemente (Anaya); Al fondo a la derecha (Obra Social Caja Duero); Esto y ESO (Edelvives), Señal (Mundanalrüido), con ilustraciones de Sara Morante, Niños raros (SM Ediciones), con ilustraciones de Tomás Hijo y Abecé diario (Ala delta, Edelvives), con ilustraciones de Elena Queralt.

Recientemente ha publicado los libros Uno solo, con el trabajo gráfico de Aquilino González y Días como todos (Asociación Cultural El Zurguén, Morille).