Parece que va tomando cuerpo la posibilidad de crear, de nuevo, un espacio de encuentro de la izquierda salmantina de cara a las cada vez más cercanas Elecciones Municipales. Me refiero a la idea de Ganemos Salamanca, siguiendo la estela de una iniciativa cuyo origen creo que está en Barcelona. Pero es indudable que esto lo ha impulsado el fenómeno Podemos (no hablo de que esté detrás), aunque en Salamanca su efecto fue limitado. Y digo de izquierdas porque la iniciativa tiene que tener un claro matiz político, la apolítica siempre ha sido de derechas.
Lamentablemente cada vez resulta más difícil entender al PSOE como un partido de izquierdas. Los partidos socialistas europeos seguramente son los que más están pagando la crisis, y han hecho méritos para ello. Tras la irrupción del neoliberalismo y la caída del Muro de Berlín, fueron traicionando sus principios y abandonando un modelo, la socialdemocracia, que estaba funcionando razonablemente en Europa, impulsando un espacio de prosperidad y libertad para sus ciudadanos, con la colaboración de la ya desaparecida Democracia Cristina.
Volviendo al ámbito local, si observamos el comportamiento electoral, sin distinguir tipos de elecciones, en realidad no parece muy claro que lo que manifiesto, la posibilidad de unir a la izquierda salmantina, sea un deseo mayoritario de sus posibles votantes. Ya existieron experiencias con incomprensibles resultados. Los votos de los partidos de izquierda en elecciones municipales son más bajos que en otro tipo de elecciones, incluso que en las últimas europeas con una abstención mayor que en las Municipales de 2011. Por no habla de alguna candidatura a la contra, o algún sempiterno engaño con el uso de los nombres de los partidos.
Pero a pesar de todo eso, confiemos en que nace una nueva posibilidad, o al menos algunos pensamos que puede ser posible. Desde luego que Podemos, o esta nueva iniciativa, no ha inventado nada, la mayor parte de sus planteamientos hace años que están asumidos y defendidos por partidos de izquierdas. Pero es indudable que el 15-M ha sido una experiencia que ha relanzado la política para mucha gente, y eso está bien. Pero, insisto, esto no puede ser borrón y cuenta nueva, hay partidos y entidades con honestidad probada suficiente que tienen que integrarse en la iniciativa y aportar sus experiencias y medios, respetando por encima de todo su carácter abierto y ciudadano.
La situación actual de crisis profunda en España, donde cada vez son más los excluidos, y de la ciudad, exige enviar un potente mensaje a los ciudadanos de que otra política es posible, de que otra ciudad es posible, y hay quien puede hacerlo. Una ciudad donde las personas estén por encima de los intereses, donde los derechos fundamentales no sean solo bienintencionadas ideas escritas en un papel, y donde los salmantinos no tengan que irse por necesidad. Confiemos en que por fin ello sea posible.