Esto de que sea el mismo partido político el que gobierne en todas las instituciones se hace cada vez más cuesta arriba y empalagoso sobre todo desde el punto de vista informativo e incluso ciudadano. Se alaban hasta la saciedad y cuando discrepan lo hacen tan solapadamente que casi pasa inadvertido.
Para muestra, el acto de inauguración de la Feria del Sector Agropecuario ?antes llamada Feria Internacional Agropecuaria de Castilla y León- y de la Exposición Internacional de Ganado Puro ?ésta no ha cambiado de nombre-. El presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, se encargó de recordar en su discurso que la institución al frente de la que se encuentra "redobla este año su apuesta por la feria con la organización integral del certamen" aunque reconoció la "inestimable colaboración de la Junta, del Ayuntamiento y de la Universidad, y el respaldo de empresas y la confianza de los expositores".
Así, pues, todos contentos, salvo, supongo, los dirigentes de la Cámara de Comercio y Confaes que no han sido convidados ?por decir algo- a estar en esos primeros puestos.
Huelga decir que la apertura del certamen fue una más, con parabienes de unos y de otros, y, a pesar de los meses trascurridos desde que se aprobó la Política Agraria Común (PAC) para el periodo 2014-2020, ésta fue el denominador común de los discursos de la ministra Isabel García Tejerina y de la consejera Silvia Clemente.
Miles de millones de euros ?unos 47.000, de los que 7.500 millones llegarán a Castilla y León- para los próximos siete años garantizarán, en palabras de la ministra, "un horizonte de estabilidad", dado que los profesionales del campo español tendrán asegurado el 30 por ciento de sus ingresos con las ayudas procedentes de Europa.
Si alguien ajeno al sector escucha o lee estas cantidades a buen seguro que no entenderá el porqué de los habituales lamentos del sector agrario y es que no es oro todo lo que reluce. Las cuentas, con frecuencia, en la agricultura y ganadería no salen porque los factores ajenos son múltiples y variables. Difícil de comprender, pero así es la cruda realidad.