En otras ocasiones ya he hablado de la pérdida de valores que se deja notar cada día más en nuestra sociedad?esta vez voy a puntualizar esa perdida en algo que he caído este verano, y que por supuesto no entiendo ni comparto.
No he tenido vacaciones, que conste que decirlo es como quejarme en voz alta. No me ha tocado, cuando emprendes un proyecto de expansión territorial las vacaciones quedan en un segundo plano?eso si, yo he tenido que viajar y mucho, y por todos los medios he buscado, hacerlo en familia?
Me he llevado a mis hijos a todas partes "no sin mis hijos" se llamaría la película de mi vida, y desde luego me enorgullezco de ello. Quizás no tanto mi marido, que se ha tenido que quedar con las 3 fieras en la playa mientras yo me marchaba a trabajar, ¡¡¡que mal sienta¡¡¡ ver a todo el mundo disfrutar y tu llegar al hotel cuando ya ha cerrado hasta la piscina?
No les voy a contar mis super fines de semana en la playa porque es muy monótono, voy a hablarles de algo que he observado en los muchos hoteles de playa en los que he estado este verano?
Pareja joven con niño desde los 6 meses hasta los 4 o 5 años, sentados en la mesa del restaurante cenando, ellos con su charla mientras su hijo/a come a su lado?viendo el dvd de su película favorita?¿Para eso nos sirven ahora las tablets? Para que sentemos a los niños a nuestro lado y como autómatas los silenciemos consiguiendo que coman a base de películas?
1.- Es que el niño no me come: claro, por eso le pones la peli de turno, para que pueda acostumbrarse a comer solo si ve dibujos, que no se preocupe nadie, en la escuela los "dibus" se los ponen también, y cuando sea mayor que nadie se altere, que coma en la habitación delante del ordenador?total?
2.- Es que así se queda quieto: normal, es muy molesto comer con niños pequeños armando, pero también es la forma que tenemos de conocerlos, de pasar tiempo con ellos y sobre todo de EDUCARLOS.
Es triste ver situaciones como estas que se repiten mesa a mesa como un estereotipo?cierto es que en mi caso es una pelea la hora de comer, que en la mayoría de las veces incluso me abochorna un poco el comportamiento, porque claro, como hablan, el hablar en mis hijos (y por Dios espero que no sean los únicos) llega a casi a las manos?eso es mentira, no es mío, es tuyo, no me mires, quita de aquí?.y un largo etc. Pero claro, tengo la fea costumbre de comer sin apartatos...y enseñarlos a que es momento de conversar.
Me encanta ver como mi familia, aunque la líen, se relacionan entre ellos, en las comidas, en los desayunos, en la playa, mientras pasean?
Miedo me da que en breve inventen el silencia niños, algo que se lleve portátil para comidas, noches, paseos y tardes en el parque. Un aparato que "apague al niño" y lo atonte mirando?miedo da lo que se acerca, la falta de relación, incluso con los más cercanos. ¿esos mandos de apagar vendrán personalizados y en colores? Ummm