"El mundo del fútbol es complicado. Y bonito; muy bonito. Lleno de bellas expectativas, que pueden llegar a equivocar a muchos. Sobre todo si tan solo piensan en el dinero fácil? Y, seguramente, seguirían pensando que la mejor etapa de futbolista fue cuando no cobraban, cuando jugaban a divertirse, cuando eran niños sin otras complicaciones adicionales en la vida?Pero, en cada momento, hay que estar entrenado tanto para jugar el mejor partido como para saber retirarse a tiempo". (Libro: "Apología del fútbol").
"Sueño con un balón de fútbol, blanco, uno de mis distinguidos universos personales. Un invento insuperable, puro, los niños corren detrás de él, lo recuperan, lo acarician, incluso lo alojan en su cama y duermen con él. Ese universo como una luna llena, ese juguete esférico que debe seguir moviéndose con plena libertad, en cualquier ambiente o territorio posible?" (Libro: "Futbolandia: Ensoñaciones, realidades y virguerías del fútbol").
"?Muchos entrenadores gestionan cientos de entrenamientos que luego viendo el partido oficial, éste no tiene nada que ver con lo ensayado. Y el colmo de ese contraste se produce al observar los entrenamientos de los porteros donde prevalecen las panzadas, los trastazos resonantes contra el suelo, hasta que las bursitis de sus caderas revientan como sabañones invernales. Sin embargo, veo pocas prácticas de los porteros donde éstos adquieran habilidades de último hombre de la defensa, apenas manejan el balón con prestancia ni se liberan de riesgos innecesarios". (Libro: "Evidencias y paradojas del fútbol").