Curiosa y sorprendente, por la falta de costumbre más que nada, encontrarse tan singular animal en un lugar tan poco habitual
Curiosa y sorprendente, por la falta de costumbre más que nada, toparse con un burro amarrado a escasos metros de la puerta del Clínico de Salamanca con la tranquila compañía de un perro. Puede que la estampa, apelando al sentido del humor, de incluso para pensar en si para recortar más toca, en lugar de ambulancia, ir en burro al médico. Pero nada de eso. Ni estaban solos ni ha sido su única parada, porque viajan, del sur al norte del país, en compañía de su dueño. Tras la curiosidad inicial, nadie pareció molestarse con tan singular presencia. El burro también se dejó ver por el centro de Salamanca.