Se lidiaron dos erales de La Torrecilla, buenos para el toreo de capa y que supo aprovechar el mexicano Gerardo Rivera cortando las cuatro orejas
Tarde de fiesta y toros en Santibáñez de la Sierra, donde se celebró una novillada sin picadores con motivo de sus fiestas patronales.
Antes del inicio de la fiesta taurina llegó la Corte de Honor en un descapotable, siendo recibidas por el alcalde, Francisco Aguadero, y sus concejales. El grupo de baile local hizo un paseíllo antes de deleitar a los espectadores con una exhibición de paleos y jotas.
Después de que la Reina y las Damas se instalaran en el balcón del Consistorio, comenzó la novillada, y en el cartel, el novillero mexicano Gerardo Rivera, que lidió dos novillos de la ganadería La Torrecilla, de Matilla de los Caños.
Las peñas y vecinos de Santibáñez de la Sierra, así como de otros puntos de la comarca, se dispusieron por toda la plaza para disfrutar de un espectáculo que empezó un poco más tarde de las 18.00 horas, bajo la organización de 'Porritas', de Guijuelo.
El primer novillo, Correliebres, aunque salió con brío no alcanzó la nota esperada. Sin embargo, dio un susto a Gerardo Rivera al romperle el pantalón a la altura de la pelvis, aunque no llegó a herirlo. El mexicano hizo bien su trabajo, ofreciendo una gran demostración de su finura con la mano derecha, logrando así dos orejas.
Con el segundo, el novillero se encontró con un animal noble y burraco, al que supo dirigir para sacar lo mejor de él. Una faena que vio recompensada con dos nuevas orejas.
En definitiva, una grandiosa tarde para Gerardo Rivera, que se fue de Santibáñez de la Sierra con las cuatro orejas de los astados y con fuertes ovaciones del respetable.