Parece ser que el primer partido de la oposición ha optado por olvidarse del federalismo. Hay que darles la enhorabuena, insistentemente he dicho que nadie sabía a ciencia cierta cual era la propuesta y, en la situación actual, a donde nos podía llevar. Hace dos semanas yo califiqué tal situación como la de intentar cambiar un burro por un pollino.
Creyéndoles de buena fe y como es necesario ordenar la situación actual seguían con la monserga heredada antes de haber consensuado el Estado de las Autonomías. Estando donde estamos hay que hacer muchas cosas pero sensatas.
Antes que los iluminados sigan creciendo, como las setas en otoño, hay que dar pasos importantes para que España, la de todos los españoles, que la queremos y que muchos pensamos en la posibilidad de hacerla más justa y social, para disfrute de las futuras generaciones.
Hay que llegar a acuerdos para controlar las autonomías, que se han convertido en mini-estados, creyéndose con el derecho de actuar de forma independiente sin tener para nada en cuenta los intereses del resto de la nación. A veces, da vergüenza ajena o indignación, las declaraciones de determinados jefecillos de alguna de las autonomías desafiando al conjunto de la nación.
Hay que llegar a acuerdos para terminar con la corrupción; no sólo son corruptos los que se llevan el dinero, sino también quienes les facilitan la posibilidad de hacerlo y quienes con un falso entendimiento de compañerismo pretenden justificar a los colaboradores del delito. En los partidos políticos como en los sindicatos, hay gentuza que no tienen otros ideales que los de su beneficio personal, pero también hay gente honrada, y ellos deben ser los primeros interesados en terminar con esos vividores incrustados en los partidos políticos y en los sindicatos.
Hay que llegar acuerdos sobre la economía. La deuda nacional supera ya el billón de euros; sólo con los intereses que anualmente hay que pagar. si los pudiéramos emplear en infraestructuras, por ese concepto, se crearían más de trescientos mil puestos de trabajo al año.
Con sensatez y no mirando los interese de partido sino los de toda España, entre todos, podríamos hacer un futuro diferente y mejor.