El albaceteño Juan Manuel Munera no tuvo la tarde y se quedó con un solo premio ante un buen encierro de Espioja, con un novillo de vuelta al ruedo
Entretenida tarde de rejones la vivida la tarde de este miércoles 20 de agosto en la plaza de toros de Masueco de la Ribera, festejo en que actuaron los rejoneadores Juan Manuel Munera y el portugués David Gomes, con cuatro novillos de Lorenzo Rodríguez 'Espioja', buenos en general para el caballo y el último con vuelta al ruedo.
Abrió plaza el albaceteño, que no tuvo suerte con los palos, primero un rejón de castigo mal colocado, y en el segundo no rompió la madera, lo que obligo a José Rubén a intervenir desde el burladero. El novillo sangró abundantemente y se aplomó en exceso para el toreo a caballo. Tampoco tuvo suerte con la segunda de las banderillas, pues su ímpetu después de varios intentos le llevó a dejar la montura tras verse desequilibrado, aunque sin más consecuencias. Tras un primer pinchazo con el rejón de muerte, mató de un segundo intento y el público pidió la oreja, aunque el presidente Manuel Sousa ?con buen criterio? no concedió. Leves aplausos para el novillo en el arrastre.
En su segundo, tercero de la tarde, Munera salió con mayor decisión, pero esta no era su tarde. Bien en el toreo a caballo, aunque sin alardes, pero mal con las banderillas. Su actuación en este apartado la libró con dos de tres rosas, pues en la tercera erró ante un ejemplar de menor tamaño que el resto de sus hermanos, y eso deslució su toreo. Lo mejor fue el rejón de muerte que le endosó al eral, lo cual que valió para que no se fuese de vació y cortase una oreja ante un novillo que tuvo poco gas.
El portugués David Gómes fue el triunfador de la tarde tras cortar una oreja a su primero y dos al segundo. Al primero de su lote le costó centrarse con el caballo, y que el portugués logró tras clavarle el rejón de castigo. Estuvo bien en el toreo a caballo y en banderillas, solo un error en la segunda corta. Necesitó de dos rejones de muerte para catapultar a un buen novillo de Espioja, pues el primero lo colocó trasero. El presidente le concedió una oreja a petición del público, y el novillo cosechó aplausos en el arrastre.
En su segundo, cuatro de la tarde y que cerraba plaza, David Gomes volvió a demostrar que está preparado para algo más. De nuevo repitió faena, bien con el caballo y en las banderillas, y también erró con la segunda corta. Logró un buen rejonazo y eso le catapultó a su salida a hombros tras que la Presidencia le concediera dos apéndices.
En definitiva, tarde entretenida, festejo vistoso y ambiente de fiesta con cerca de 1.000 espectadores que disfrutaron con el festejo organizado por el Ayuntamiento.