OPINIóN
Actualizado 20/08/2014
Rafael Bellota Basulí

 

Si buscamos hacer el bien en el anonimato, en la discreción, sin buscar notoriedad en nuestros hechos, encontraremos la satisfacción en nosotros mismos, no en lo que los demás digan de nosotros.

Si uno quiere buscar cosas que reprochar a los demás las encontrará seguro. Si uno quiere pasar por alto los agravios del día a día seguro podrá obviarlos. Si uno quiere ser feliz consigo mismo y con los demás debe tener la capacidad de evitar lo primero y hacer de lo segundo su modo de caminar por la vida.

Si uno espera contrapartidas a sus acciones, gracias por sus ayudas o por sus obsequios, será uno de tantos que hacen de la vida un puro mercadeo.

Si nos educaran en dar sin esperar recibir y cuando recibimos algo, agradecerlo sin echar cuentas, nos sentiríamos mucho más dichosos.

Si no echamos de menos aquello a lo que nos han acostumbrado pero que en el fondo nunca tuvimos el derecho a pedir, no sufriremos su ausencia.

Si a las personas que queremos, les demandamos algo a cambio de nuestro amor, aunque sólo sea su cariño, es que no las queremos, nos queremos a nosotros y a ellas las queremos para nosotros.

Si no pensamos en los demás antes que en nosotros mismos, si no somos capaces de empatizar con sus alegrías o con sus tristezas, seremos unos mezquinos.

Si convertimos nuestra vida en una cuenta de resultados con los demás, esperando que esa cuenta crezca positivamente, nos equivocaremos, pues aunque lo consiguiésemos, tarde o temprano todos vamos a cerrar la empresa.

Si uno es capaz de hacer todo lo anterior, llegando incluso a arriesgar su vida por sus semejantes, será de uno de esos pocos que habrá trascendido a un sinsentido paso por este absurdo mundo.

 

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >A Miguel Pajares