Estamos muy acostumbrados a ver por ciertos medios a personajes famosos hablando con superficialidad de sus amores y desamores, a que alguien que hoy anuncia su compromiso puede anunciar su ruptura sentimental en poco más de un mes, con la consecuente frivolización de este tipo de situaciones y, en ocasiones, de las burlas y las risas de periodistas y público, todo esto suele estar mezclado con información poco rigurosa de lo que dice la Ley o lo que un Juez determinaría a favor o en contra de alguno de los que han sido pareja,?, y sin mencionar cuando aparecen en escena los hijos, que merece columna aparte.
Llevo una década acompañando en mediación a personas que deciden poner fin a su relación o tienen que asumir que su pareja no quiere seguir siéndolo, jamás he visto que nadie lo pase bien en una situación así, o que no existan motivos de peso para dar un paso de este tipo. Si alguno de ustedes lo ha vivido en primera persona o conoce a alguien cercano que lo haya pasado sabe de que estoy hablando, sin embargo es común escuchar en algunos corrillos, hoy la gente se separa por nada, o algo que a mí me molesta enormemente: "hoy la gente se separa alegremente".
Poner fin a una relación de pareja es algo doloroso, aunque a veces necesario, una solución a las dificultades que juntos no se han podido superar, y una oportunidad para conseguir, no sé si la felicidad, si al menos un mínimo de bienestar, pero el proceso es difícil, aún en el mejor de los casos.
Desde aquí mi reconocimiento a todos los valientes que han pasado por un proceso de cambio de este tipo y siguen caminando hacia adelante en una sociedad que, en muchos casos, no comprende lo que les ha tocado vivir.