Propongo con la mayor seriedad del mundo, que se habilite el Penal del Salto del Negro (Las Palmas de Gran Canaria) situado en una zona alta de la isla, bien aireada, y con una magnífica climatología para nuestros políticos condenados y por condenar: senadores, señores diputados nacionales, presidentes y diputados autonómicos, presidentes de la diputación, alcaldes, concejales, funcionarios municipales, presidentes de la patronal, líderes y funcionarios sindicales, gobernadores, tesoreros de los grandes partidos, etcétera. Asimismo, sería conveniente, por eso de la reinserción social, allí se alojen junto a sus amigos y benefactores: banqueros de los llamados sistémicos y aquellos que tan bien administraron las extintas cajas de ahorros. Junto con los antedichos: empresarios y directivos de inmobiliarias, cursos de formación, empresas de recogidas de basura y seguridad privada, funerarias y otro larguísimo etcétera. Por último, propongo se habilite una suite real para los infantes reales (por si acaso cae esa breva). Propongo que la perdida de libertad se dulcifique, de suerte que puedan seguir reuniéndose y gestionando sus pingües fortunas, sin duda muy bien escondidas. Para ello el director de la institución penitenciaria habilitará en el recinto media docena de salas de reuniones. Los políticos serán agrupados según su procedencia autonómica en diferentes módulos. De esta manera podrán celebrar, al menos en su primer, y posiblemente único año de encierro, las fiestas autonómicas/nacionalistas más señaladas: San Isidro, la Diada, las Fallas, Die de les Illes Balears, la Feria de Abril... y para el grupo mixto el día de Santiago y Cierra España. Con seguridad, estos pequeños detalles coadyuvarán a su bienestar emocional. Por cierto, para el espiritual, dado que todos ellos son católicos practicantes, sugiero se invite a Monseñor Rouco Varela, o a quien él designe, a efectos de ayudarles a mantener vivas sus acendradas virtudes cívicas. Por lo demás, aconsejo que los medios no se encarnicen con sus biografías ya que de ello, solo obtendrían algún beneficio los partidos o agrupaciones sociales de tendencias bolivarianas, leninistas, castristas, populistas, en suma, antisistema.