OPINIóN
Actualizado 09/08/2014
Matilde Garzón

Al escudriñar las páginas de Internet, en el campo de las  Nuevas Tecnologías, sorprende la afluencia de nuevos conceptos, la información inabarcable, los múltiples videos ilustrativos; crece mi perplejidad como inexperta, al otear los avances que se generan en el mundo entero, también y mucho en España, y el miedo a que crisis y gobierno cercenen o aborten proyectos estrenados en algunas de nuestras comunidades. Al tiempo es extraño y  paradójico que aún exista tanta desigualdad en las condiciones de vida de los seres humanos.Porque con las nuevas tecnologías surgen ideas y realizaciones que están cambiando la educación, medicina, agricultura, negocios, navegación.., nuestras casas, nuestras ciudades. Se han ido pergeñando soluciones a semejanza de las que surgieron en Europa y en todo el planeta. Frente a ciudades masificadas, contaminadas, deshumanizadas, a finales de los años 80, aparecen como ideales las "ciudades educadoras", ciudad como lugar de aprendizajes permanente, de convivencia y de diálogo, en la perspectiva de profundización de la democracia y de afirmación de libertades; las "ciudades de los niños"- devolver la ciudad a los niños y los niños a la ciudad (Tonucci)-; sueños que se acercaron a realidades en muchos países y en aspiraciones en casi todo el mundo. Hoy se asoman "las ciudades amigables con las personas mayores" y han entrado decididamente las "ciudades del conocimiento" y "las ciudades inteligentes", las llamadas 'Smart Cities'. A estas me voy a referir en sucesivos artículos.

Las primeras en el mundo, son: Viena, Toronto, Paris, New York, Londres, Tokio, Berlín, Copenhague, Hong Kong, Luxemburgo, Singapur, Londres, Brujas, Sídney, Sondgo, Barcelona. Otras ciudades, candidatas fuertes son Ámsterdam, Melbourne, Seattle, San Pablo, Estocolmo y Vancouver.

En España, considerando el ranking de 2012, destacaron cinco por sus decisiones importantes a   este respecto: Barcelona, Santander, Madrid, Málaga y Bilbao. Seis aspirantes que han tomado decisiones importantesrespaldadas por acciones concretas para convertirse en Ciudades Inteligentes son: A Coruña, Valladolid, Zaragoza, Victoria-Gasteiz, Donostia-San Sebastián, Pamplona-Iruña; 20 participantes avanzan en buena dirección, sin alcanzar el nivel de las anteriores: Alicante, Burgos, Cartagena, Castellón de la Plana, Elche, Gijón, Hospitalet de Llobregat, Logroño. Móstoles, Murcia, Oviedo, Sabadell, Salamanca, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Tarrasa, Valencia y Vigo y las aspirantes o seguidoras que se han quedado atrás en sus proyectos de futuro tal vez porque no se han planteado todavía convertirse en Ciudades Inteligentes.

El interés por las ciudades inteligentes no deja de crecer, extenderse y materializarse en todo el mundo. Pero sobre todo en España, donde el pasado año las ciudades empezaron a organizarse para compartir información y experiencias, aprender unas de otras y buscar economías de escala, lo que llevó a la creación de la Red de Ciudades Inteligentes en España con la ciudad de Santander a la cabeza. Actualmente, RECI ( Red española de Ciudades Inteligentes) está formada por 54 ciudades. A nivel internacional, el Círculo inteligente es una nueva iniciativa dirigida a todos los temas y a su relación con soluciones inteligentes, tecnológicas, como la movilidad, salud, Datos, Tecnología, Ciudad, iluminación, energías renovables. La misión de El Círculo Inteligente es reunir a una gran diversidad de actores internacionales en materia de tecnologías inteligentes.

Pero, ¿Qué es, en realidad, una "Ciudad inteligente"? ¿qué ventajas aportan a los ciudadanos?

Son muchas y variadas las definiciones que se pueden encontrar. Para empezar, recojo, en síntesis, algunas:

"es la ciudad que invierte en capital humano y social y sus infraestructuras fomentan un desarrollo económico sostenible, una elevada calidad de vida con una sabia gestión de los recursos naturales a través de un gobierno participativo".

Rob van Gijzel, el alcalde de Eindhoven, (Holanda), la comunidad más inteligente del mundo, en un discurso reciente comenzó con la siguiente afirmación: "No hay ciudades inteligentes, hay sólo gente inteligente"

Los seres humanos son seres "sociales" como los definió Aristóteles, y como consecuencia llevan en los genes la necesidad de la convivencia, que se manifiesta en los diferentes núcleos comunitarios que forman: pueblos, villas, burgos, ciudades, comarcas, naciones, vinculados por lazos de parentesco, territorialidad, interdependencia, creencias, actividades, ideologías, religiones, etc. Organizarse para regular la convivencia se hizo desde el poder, el dinero, por las clases dominantes: aristocracias u oligarquías o la concentración en una persona: monarquías, tiranías. La república /democracia es la forma más perfecta y frágil pues exige un nivel de conciencia más social, igualitario y solidario, conjugando libertad, participación y disciplina. Aunque por definición, es el "gobierno del pueblo" pacífica y participativamente, los fuertes del poder y del dinero siempre intentan cercenarlo o sustituirlo.

Cuando los núcleos territoriales  pequeños van desapareciendo y las ciudades crecen en desmesura, con la masificación, se van perdiendo valores esenciales para la convivencia y la búsqueda del bien  común. Se tornan insanas, inhumanas, corruptas. Los "señores de la guerra" aprovechan siempre estas coyunturas. Hoy las nuevas tecnologías han facilitado los trabajos materiales, han perfeccionado las infraestructuras, creando "el bienestar" para muchos. El neoliberalismo se carga el bienestar para la mayoría. Naciones poderosas intentan alzarse con el dominio de las demás, recurriendo a guerras más o menos solapadas. Es la radiografía de nuestro tiempo. Si el invento de las "ciudades inteligentes", bien dirigido, aglutinando  todas las necesidades humanas, crea, comparte y construye, bienvenido sea. Habrá que secundarlo, estar al quite como ciudadano comprometido.

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