VITIGUDINO | Expone parte de su obra en madera y piedra en el Edificio San Nicolás entre el 25 y 30 de agosto
Como algo premonitorio, su nacimiento coincidió ?va a hacer 85 años? con el día de la Virgen del Socorro, señalada fecha para los vitigudinenses y especial por doble motivo para José Nácar Herrero ?'Pepe Nácar, como le conocen en Vitigudino?, hijo de un carpintero al que la guerra le cambio de oficio y el que más adelante seguiría nuestro protagonista, por lo que también le cambió la suya.
Jubilado desde que alcanzó los 62, finalmente sus 'genes' salieron a la luz. Su idilio con la madera, primero junto a su padre y más tarde en una fábrica de muebles volvió a aflorar cuando sus ratos de ocio se hicieron más largos, porque "trabajando no tenía tiempo". De este modo logró aplacar su "temperamento inquieto y llenar el vacío de la jubilación". Tan solo le hicieron falta unos breves pero sabios "consejos de Navarro, de Ciudad Rodrigo", para echar mano al buril y al martillo y poner en marcha su creatividad sobre la madera.
Desde hace algo más de 20 años, Pepe se aferró a las herramientas que conoció en su niñez para dar rienda suelta a su imaginación y abstraerse sobre un simple trozo de madera. Tras pasar por sus manos, aquella pequeña tabla se convertía en alegoría, en imágenes de Vitigudino, escudos y blasones de pueblos y universidades, obras de arte que solo la maestría y la paciencia son capaces de engendrar. "Mi entusiasmo fue tremendo, pero ya no lo es tanto, me canso, me entretengo pero sin el entusiasmo del principio", asegura.
Después de más de dos décadas tallando cuadros de madera, afición que también ha llevado a la piedra, llega el momento de exponer parte de su obra, un conjunto del que destaca "los ciriales que adornan los altares de las iglesias de Vitigudino y Villar de Peralonso", el primero sobre haya y el segundo de negrillo, decorados por Lourdes Medina. Pero además de estas dos piezas, otra que le llena de satisfacción es la obra que sirve de base al sagrario de la iglesia vitigudinense, diseñada por el escultor ?también de Vitigudino? José Joaquín.
Pepe asegura que cuando agarra las herramientas "no miro el reloj y me pongo cuando tengo ganas", por lo que tan solo recuerda haber realizado dos trabajos de encargo para otros tantos ayuntamientos, "dos escudos". Entre sus motivos preferidos se encuentran estampas de Vitigudino, y entre ellas hay una muy especial para él, la imagen de la torre de la iglesia vista desde debajo de los portales hoy de la Caixa. También destaca el escudo de la Universidad de Salamanca y que ha realizado en madera de abedul y piedra de Villamayor. Pero su obra no solo se limita a la copia de objetos decorativos, en su haber también está la funcionalidad y el arte, creación pura. En estos momentos trabaja sobre "un fuste para un aparato de luz", aunque no puede resistirse a mostrarnos su 'alegoría' de lo que ha representado su vida durante más de 50 años: su mano esculpida con el anillo de matrimonio sujetando una 'perita'.
La que se podrá ver entre el 25 y 30 de agosto en el Edificio San Nicolás, no es su primera exposición, pues recuerda cómo parte de su obra ya fue objeto de crítica en la muestra que realizó en 2003 con motivo de la inauguración del nuevo Mercado de Abastos; aunque, sin duda, en esta última podrá observarse su evolución como artista en estos últimos 11 años, un tiempo en el que ?como los buenos vinos? su obra ha mejorado.