Estamos en el umbral de la temporada futbolística 2014/15. Para bien, o para mal, los entrenadores de fútbol influyen decisivamente en la manera de jugar de los equipos y, previamente, en la confección de sus plantillas, al menos en aquellas decisiones que los presidentes y los secretarios técnicos les permiten? El entrenador ejerce su liderazgo a través de la gestión de las individualidades, aunque cada futbolista tiene sus cualidades específicas y defectos consiguientes, las interrelaciones permiten complementar puntos fuertes y débiles de todos los compañeros. Ese análisis, ese compendio de ajustes finos entre todos debe realizarlo el entrenador como si de un orfebre se tratase, sabiendo que lo que funcionó en un equipo concreto puede no ser la solución adecuada para otro bloque de jugadores con características distintas y en un entorno diverso... Jim Collins dedicó cinco años a estudiar las cualidades que distinguen a los directivos de las empresas americanas más eficientes. Conclusión: "La humildad es la virtud clave del éxito".
Inma Shara, es una directora de orquesta española, ha escrito un libro muy interesante sobre el liderazgo que genera armonía: "La batuta invisible". Escribe: "Una parte importante de la dirección de orquesta, además de la parte artística, quizá la más desconocida, es la de liderar un gran grupo humano. Digamos que, aparte de buen músico, el director tiene que ser un buen gestor de recursos humanos: por todos es conocido que, cuando se habla de un grupo de personas, surgen las opiniones enfrentadas, las fricciones, los desacuerdos, o, en un plano más prosaico, las impuntualidades o las irresponsabilidades. Se rompe una armonía que hay que recuperar. Esta es nuestra condición humana, hay que asumirlo, y son estas unas destrezas que no se aprenden en ninguna escuela o conservatorio. Así que un director de orquesta tiene que aprender por sí mismo a aglutinar diferentes individualidades artísticas, de diferentes sexos, nacionalidades, razas y caracteres, por toda la faz del planeta. Cada persona es un mundo, igual que cada orquesta de las que hay en el mundo".
Los aficionados al fútbol, en general, prefieren al entrenador que da "espectáculo" en la banda, que gesticula, que manda, que vocea, que increpa a los árbitros, que parece que lidera? Luego, si otros entrenadores no hacen lo mismo, si dirigen de manera tranquila, pausada, organizada, se les echa en cara que "no tienen sangre"? En realidad se funciona mucho de cara a la galería y es muy poco valorado el "liderazgo invisible" de esos entrenadores que no son tan expresivos pero disponen de maestría para los análisis y las tomas de decisión silenciosas y eficientes? Comparto con Inma Shara lo que afirma: "Creo que es mejor influir que mandar, creo en el liderazgo trascendental, ese que no se basa en la férrea autoridad sino en el compromiso, el ejemplo y la responsabilidad". Y concluye? "Porque al final una orquesta es eso: seres humanos, un organismo vivo". Justo el mismo pensamiento que tengo sobre los equipos de fútbol?