OPINIóN
Actualizado 28/07/2014
Antonio Matilla

Hay circunstancias que, aparentemente, no ayudan a pensar: aparte de la calor, los años, las herencias genéticas y el mal uso de la libertad que te pueden caer encima de repente, uno no dispone, es un suponer, ni de una Fundación engrasada con untuoso y pegajoso petróleo bolivariano que le ayude a pensar, ni de un ejército de pensadores alimentados con subvención estatal, ni de amigos ?o empresas- multimillonarios para poder contratar a los alumnos más prometedores de algunas universidades anglosajonas, ni de una asesoría jurídica o sociológica de color rojo-botín o azul-gonzález; ni siquiera la tupida red de la diplomacia vaticana está a mi servicio. Solo me queda el móvil de antepenúltima generación, una pantallita de TV de 22 pulgadas con mando de zapping y una minirradio digital para mis paseos madrugadores; los tres y algún periódico de papel de vez en cuando me permiten tener acceso a una parcelita humilde de la intrincada selva internética y mediática.

Metido que estoy en esa selva des- o hiper-informativa ?viene a ser lo mismo-, solo soy libre de utilizar algunos trucos de veterano. Hoy desvelaré solo uno, no sea que creadores de opinión me copien: desorientado en la oscura e intrincada jungla de la información, despistado como soy, aguardo pacientemente a que algún rayito de luz de verdad se cuele entre la hojarasca e ilumine siquiera por un instante y aunque sea transversalmente la escena:

Los líderes políticos emergentes (Sánchez, Garzón, Iglesias) son jóvenes, bien parecidos, fotogénicos,  de expediente académico brillante, duchos en retórica verbal y gestual, dominadores de los medios, VARONES. ¿Es casualidad que sean todos varones? No creo en la casualidad en ningún ámbito de la vida, tampoco en política. O tal vez sea que la casualidad es, simplemente, 'lógica interna desconocida'. Bueno, rebuscando en el baúl de los recuerdos encuentro la excepción de una vicepresidenta con posado erótico-festivo incluido, pero me da que, al ritmo que están yendo las cosas, muchos la ven como una reliquia del pasado, reciente, pero pasado.

Y si no hay ninguna ?o casi- mujer en primera línea de propaganda ¿será porque hemos abusado de la imagen femenina en la publicidad, que es el travestismo mercantil de la propaganda? En fin, a última hora me asalta la duda: ¿está la presidenta andaluza en segunda línea o en primera?

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Iconos varoniles