Estamos deseando que llegue el verano y con él las vacaciones, en las que generalmente depositamos muchas buenas intenciones como pasear y caminar sin prisas, realizar deporte al aire libre, ir a la piscina, leer algún libro aparcado por falta de tiempo, conocer y visitar nuevas zonas y países. En todos estos proyectos hay que contar con un evento frecuente y con el que hay que contar y mejor prevenir, las diarreas veraniegas.
Este padecimiento frecuente y generalmente leve es incómodo porque nos hace perder energía y nos puede hacer perder algún día de vacaciones y en el momento más inoportuno e inadecuado, con bastante frecuencia el día especial en el que habíamos depositado muchas expectativas y por el contrario lo que tenemos que depositar son los glúteos en el retrete con bastante frecuencia.
Se trata de un padecimiento que consiste en deposiciones blandas o liquidas generalmente más de tres al día y generalmente en el transcurso de unos días y semanas. La mayoría de estas diarreas son de origen infeccioso y están causadas por virus, los famosos rotavirus de los niños, o por bacterias como las salmonellas, el campilobacter y otras más. Sólo si hay síntomas y signos de gravedad se debe acudir a un médico. Es decir, número de deposiciones y dolor abdominal intenso, fiebre alta y/o sangre en heces.
Para resolver este inconveniente veraniego el tratamiento fundamental es dejar de comer, es decir, hacer dieta absoluta, que quiere decir no comer nada en las primeras 24h y realizar una rehidratación oral con soluciones específicas preparadas como la limonada alcalina (litro de agua cocida, pizca de sal y bicarbonato, 2 cucharas de azúcar y 3 limones) o comercializadas y de venta en farmacias. También mediante bebidas isotónicas para deportistas que tienen un contenido en sodio recomendado para la rehidratación. La simple repleción de líquidos suele ser suficiente en la mayoría de los casos; pero si las deposiciones se hacen molestas en una diarrea leve se pueden utilizar agentes antimotilidad intestinal. En la mayoría de los casos con este tratamiento básico, la diarrea cesa entre 24 y 48h.
Un caso específico es la Diarrea del Viajero, la denominada Venganza de Moctezuma, que es la diarrea provocada por E. Coli que acontece en los extranjeros en los primeros días o semanas de su viaje. En general, toda diarrea aguda que se produce por bacterias enteropatógenas oportunistas características de la flora bacteriana de otras zonas o países. En estas se recomienda hacer lo indicado para las diarreas leves; pero también puede ser necesario si no cesa, un antidiarreico infeccioso.
Por este motivo, si las vacaciones conllevan un viaje a otros países es recomendable ir concienciados, lo que supone controlar el origen del agua y otros líquidos, generalmente embotellados, y alimentos higienizados. Aun así, conviene ir preparados para tratar esta diarrea, sobre todo si se padecen enfermedades vitales y si el viaje es breve e importante desde el punto de vista profesional. Por tanto, en la planificación de dicho viaje debe figura una visita a su médico de familia y a Sanidad si es un país africano, iberoamericano, asiático u otro por si es necesaria realizar quimioprofilaxis de fiebre tifoidea, paludismo o vacunaciones obligatorias, a la entrada de un país, como la fiebre amarilla y/o meningitis meningocócica (peregrinos a Arabia Saudí).
En definitiva, disfruten de sus vacaciones y de lo que llevan asociado, la cultura, las gentes y los entornos sociales y medioambientales diferentes; pero háganlo con control y prudencia, y si acontece en ellas una diarrea, acepten con resignación la eficiencia del ponerse a dieta.