A veces la presión a la que estamos sometidos en nuestros trabajos puede con nosotros, muchas veces es peor el agotamiento psicológico que el puramente físico pero eso también depende de la tarea que se esté realizando, porque en lo que al arte se refiere, esa presión, creo que es más que productiva.
Puede ser por esto que los compositores del Renacimiento y del Barroco que trabajaban al servicio de mecenas, los cuales les exigían piezas nuevas cada semana, acabaran componiendo obras de inigualable belleza.
Quiero poner como ejemplo más representativo de esta idea a Haydn, del cual las fuentes historiográficas documentan muy bien su historial de composiciones. Veremos que el puesto que desempeñaba en el palacio de Esterhaz le hacía la vida complicada. Tenía que componer a diario recitales para orquesta y semanalmente más de una representación de ópera y al menos un concierto. Si nos referimos a su producción instrumental, están documentadas unas 300 composiciones para instrumentos de cuerda y viento, 125 sinfonías, 77 cuartetos, 31 conciertos y 30 tríos. Además de 34 Ofertorios e himnos, 14 misas, 2 Te Deums y un Sabat Mater.
Con este currículum y sabiendo que vivió 77 años, podréis haceros una pequeña idea de la presión diaria que llevaba para sacar todo ese trabajo adelante.
En el Barroco podríamos hablar de las 1128 obras de J.S. Bach, las más de 600 de Händel, las casi 700 de Vivaldi o las 860 de Purcell, pero lo que nos interesa es entender cómo componiendo tantas obras, acabe habiendo un gran número de ellas que sean tan buenas.
La razón puede ser que al tener tan poco tiempo hay que concentrarse en una idea y sacarle el máximo rendimiento, si por el contrario tienes mucho tiempo para hacer una composición cogerás varias idea, buscarás la mejor y al trabajar detenidamente sobre ella poco a poco irás desvirtuándola hasta que al final la relación entre el resultado y la idea original sea prácticamente inexistente.
En las Artes en general, es decir, en esas disciplinas en las que el factor creativo es más importante que lo meramente mecánico, la presión juega un papel fundamental.
El consejo que doy es que si te dedicas a hacer bocetos acabarás teniendo muchas ideas pero puede que todas sean difusas, así que, coge la primera idea y explótala al máximo para hacer de ella una genialidad. Al final lo acabarás consiguiendo.