La historia de los países novatos en Eurovision es apasionante. Danzan, en cada una de sus entries, con el deseo de encantar al resto de Europa y el respeto por sus tradiciones. Hay algo curioso que nos sucede a los eurofans con estos países: les cogemos un cariño especial, aunque no nos pillen especialmente cerca. Mi ahijado eurovisivo es, por su trayectoria, Serbia. Sin la dulce Serbia nunca me habría topado con una de mis canciones favoritas de todos los tiempos.
En el año 2004 yo tenía 13 años, lo que no me impedía ser ya una eurofan de pies a cabeza. Estambul acogía un festival que ganaría con una diferencia de puntos no muy generosa la Ucrania de una Ruslana que ahora se dedica a la política. Pero además aparecía en el escenario eurovisivo, por primera vez, una Serbia y Montenegro que (juntas o por separado) ha terminado regalándonos muchas de las mejores canciones con su inconfundible estilo balcánico. Zeljko Joksimovic y la Orquesta Ad Hoc dejaban para la historia uno de los más exitosos debuts de la historia de Eurovision: 263 puntos y un muy merecido segundo puesto.
Recuerdo el inicio de Lane Moje con claridad, como se me viene a la mente la sensación que tuve aquel 15 de mayo de 2004. Ese pequeño y sufrido país del este iba a dar a los eurofans muchas alegrías.
Kad' na te pomislim / Cuando pienso en ti
Bojim se da te opet zavolim / Temo volver a amarte de nuevo
U modre usne zarijem zube / Muerdo mis labios hasta que sangran
Da pravu bol zaboravim / Así olvido el verdadero dolor
Lane moje, ovih dana / Mi amada, en días como estos
Vi?e i ne tugujem / No siento más que dolor
Pitam samo da l' si sama / Me pregunto si estás sola
Ljude koje ne ujem / Para los que no pueden oírte
Lane moje, noas kreni / Mi amada, ve esta noche
Nije va?no bilo s kim / No importa con quién
Nai nekog nalik meni / Busca alguien como yo
Da te barem ne volim / Y puede que así yo te quiera menos
Lane Moje ? Serbia 2004
Premio Marcel Bezencon al Mejor Compositor
Si quieres recorrer conmigo el apasionante camino eurovisivo de la dulce Serbia, te espero en Música en los bolsillos: La dulce Serbia (II).