Parece que cada día son más los abuelos y abuelas que están circulando por nuestras carreteras y autopistas de forma alocada, emulando y superando, incluso, a los nietos más "fittipaldis". A ver cómo se come esto, porque no parece normal.
Acosados y vigilados por radares en cualquier parte, ha nacido una nueva picaresca y un nuevo "servicio" familiar que prestar por parte de los abuelos. Llevar y traer del colegio a los nietos, llevarlos al parque, hacer recados? era ocupación que se iba quedando corta y ha surgido una nueva y muy recurrida: poner al servicio de la familia su carné de conducir.
Las autoridades saben que este hecho se está produciendo cada día con más frecuencia y, a pesar de ser llamativo y nada creíble, no se está haciendo nada por ponerle freno. Una vez más parece que lo importante es recaudar.
Identificar al conductor o poner los medios para identificarlo, cuando no se ha detenido en el momento al vehículo, debería ser un empeño irrenunciable por parte de la Dirección General de Tráfico. No es aceptable que, sabiendo lo que está pasando, se queden de brazos cruzados, mientras aumenta el número de gente mayor, que en la realidad no está haciendo uso del permiso de conducir, pero que siguen perdiendo puntos , mientras el familiar sigue conduciendo impunemente a su libre albedrío.
Y mientras siga perdiendo puntos "conduciendo" el mismo coche? pero ¿y si está dando cobertura a varios y cada vez "pillan" a la abuela con coche diferente? Más llamativo todavía. ¿Y si se está haciendo uso del permiso de quien ha fallecido ya? De todo habrá, porque de todo son capaces algunos. No es un problema menor este, o así lo veo, y quienes tienen la responsabilidad de procurar que el castigo se aplique al verdadero infractor, deberían de ponerse en marcha para impedir que la bola de nieve siga creciendo.
La generosidad de nuestros mayores no tiene límites, pero no deberíamos consentir que se les exija tanto, cuando la mayoría de ellos por no decir todos, estoy seguro, no están de acuerdo con este proceder.
Vamos a celebrar en breve "El día de los abuelos". Suerte para quienes los tienen y disfrutan. No he tenido la suerte de conocer y disfrutar de ninguno y es una carencia que siento dentro. Respetemos y demos todo el cariño que se merecen a quienes están a nuestra disposición, incondicionalmente, cada día. Y no les exijamos lo que no debemos y más cuando se pueden herir principios y valores éticos que ellos sí tienen y conservan.
Respetemos a los abuelos, aprendamos de ellos. No les convirtamos en lo que no son. Seamos responsables de nuestros actos y no les atribuyamos , por egoísmo, el fallo que hemos cometido nosotros. No se lo merecen.