Acabamos de presenciar un momento histórico, unas imágenes que veremos durante el resto de nuestros días en multitud de ocasiones, como hemos visto la coronación de D. Juan Carlos, supongo que a ustedes les pasará como a mí, que aún me cuesta identificar al hasta hace unos día Príncipe Felipe con el Rey Felipe VI, la fuerza de la costumbre por un lado y que los españoles de hoy en día no hemos conocido ningún otro rey que su padre.
Uno de los primeros pasos como reyes de D. Felipe y Dª Letizia ha sido la recepción en Palacio de representantes de organizaciones que ejercen la solidaridad en España, de muchos sectores, Cruz Roja, ASPACE, Mensajeros de la Paz, Cáritas, Asociación contra el Cáncer, Secretariado Gitano, Aldeas Infantiles, entre muchos otros.
A quien se le ha dado mucho bombo ha sido al colectivo de gays y lesbianas, de hecho, a pesar de haber atendido a unos 350 representantes de distintas entidades, en algunos medios parecía que sólo se les había recibido a ellos, lo cierto es que es la primera vez que la casa real acoge a este colectivo, y debo reconocer que me parece una buena noticia y un claro ejemplo de la modernidad que parece que nuestro nuevo rey quiere dar a su reinado.
Pero no es la primera vez de este colectivo, la Fundación ATYME, Mediación para el Cambio, primera fundación española dedicada a la mediación como fórmula de resolución pacífica de conflictos, y a la que estoy estrechamente vinculado, también estuvo invitada e este acto, y aunque con menos repercusión mediática, he de reconocer que para mí fue de gran importancia el reconocimiento que Felipe VI hizo de la labor de todas y cada una de las organizaciones presentes, cuya labor, dijo, debe ser "más conocida y reconocida", y que son un ejemplo magnífico parta todos y una muestra de que los españoles saben superarse ante las dificultades.
El trabajo silencioso de todas estas organizaciones y de las personas que hay detrás no busca ese reconocimiento, pero no está de más, sobre todo si esto ayuda a motivar e involucrar a otras personas y entidades que permitan mantener esa labor solidaria.
Ojalá su reinado le haga merecedor del apodo de "El Solidario", entonces, seguramente, la monarquía gane muchos adeptos, consiguinedo hacer realidad su deseo de que los españoles se sientan orgullosos de su Rey
Larga vida al apoyo solidario del Rey.