El debate del estado de la Comunidad volvió a demostrarnos que tenemos en Castilla y León unos políticos que no generan emoción ninguna.Salen a la tribuna de oradores y lo único que les preocupa es dar cifras y cifras trufadas de todo tipo.A Juan Vicente Herrera los funcionarios le prepararon,consejería por consejería,una ristra de paràmetros,números y estadísticas comparativos con el resto de España y con otras comunidades autónomas con el único fin de demostrar que estamos muy mal pero que somos mejores que otros en general.Vamos,lo de mal de muchos consuelo de tontos.Tenemos 227.000 parados,pero hemos bajado el porcentaje respecto a Juan Pandero,tenemos mucha despoblación,una burrada,pero hay otras regiones,como Asturias o Aragón,que les pasa como a nosotros,tenemos déficit ( por gastar en cosas como el descomunal edificio de las Cortes),pero somos más cumplidores que otros,nuestro paro juvenil casi alcanza al 50% pero otros lo tienen más elevado.Y así mucho más.
Óscar López,el controvertido portavoz socialista,le replicó muchas estadísticas,para ponerlas peor,claro,que para eso es oposición,pero igual me da que me da lo mismo, ni él ni Herrera demostraron ser políticos que emocionen a los ciudadanos,vamos,ni a los propios procuradores suyos que suelen aplaudir porque es casi obligatorio. Es un mal general de nuestros representantes,que ejercen desde el miedo,desde la estadística( los datos no nos los tienen que recodar porque los sufrimos),no saben ilusionar desde la emoción.Necesitamos políticos calientes en el verbo,en la actitud,que nos animen,que nos den esperanza,que hagan política cercana,que no sean estadistas que huyen de subir con ciudadanos desconocidos en un ascensor.Los políticos probeta,surgidos de los aparatos de los partidos,son lectores de discursos donde los periodistas se las ven y se las desean para sacar un titular.
Necesitamos gente como aquella de antaño,como Castelar,como Azaña,como Felipe González....,gente que emocione,que diga cosas coherentes que entienda la gente.Debería prohibirse leer los discursos en la tribuna de las Cortes;leer lo hacemos cualquiera.Nuestro políticos se agarran al papel y dale que te dale.Tienen preparadas hasta las réplicas y dúplicas. Nuestros políticos no es que sean aburridos,que también,es que son planos.Deberían saber que se convence más por la emoción que se provoca que por la razón,lo cual no quiere decir que uno esté a favor de decir irracionalidades.
Herrera se ha convertido en un autómata cansado y aburrido que escenifica la sensación de una Comunidad,esta de Castilla y León,abúlica,triste,descreída y desconcertada.Y Óscar López,que prometía mucho,no deja de ser una cara del Madrid urbanita más que de la Castilla y León rural. Claro que su oponente compañero Villarrubia es ruralísimo, pero con tanta gresca hermana tampoco parece el mirlo blanco que necesita esta tierra.
En fin,menos datos y más realidad,más psicología social y presencia política y menos grandilocuencia hueca.No queremos demagogia,si no palabras con fuerza,con sentido,con emoción.Necesitamos gente con ganas,con carácter,no lectores de púlpito encerrados en un mundo que sólo existe para cuatro privilegiados.Mucho edificio,largos pasillos,grandioso hemiciclo para tan pobre resultado;eso es lo que hay.