OPINIóN
Actualizado 23/06/2014
Javier González Alonso

Están nuestros administradores demostrando que viven totalmente alejados de la realidad. Es lo que tiene haberse creado una burbuja donde únicamente se tenían en cuanta los lazos, sean familiares, de carnet o de intercambio de fluidos. Los que presumían de que sus abuelos lucharon por el orden legal del siglo pasado, la república, y se jactaban de sus ideales laicos, son los que más han jaleado la sucesión por derecho divino. Claro que, bien mirado, los que se denominan conservadores nunca han visto con buenos ojos lo de la monarquía; no conviene olvidar que su ídolo, Francisquín, fue el mayor de los republicanos, pues mantuvo el poder hasta que no quedó más remedio que dejárselo a JC. I. ¿no es irónico?

Que nuestro actual rey está bien formado no puede ponerse en duda; es a lo que se ha dedicado toda su vida, sin necesidad de ganársela por sí mismo. Las herencias divinas es lo que tienen, que no es necesario demostrar la idoneidad para el puesto. Basta con echar un vistazo al actual equipo de gobierno: el Presidente del Gobierno, es elegido en su partido, dedocráticamente, por su antecesor; el Ministro de Economía, un visionario, era el responsable para medio mundo de la empresa Lehman Brothers, uno de los detonadores de la crisis económica mundial que todavía nos atenaza; la Ministra de Trabajo no ha tenido nunca un trabajo que no fuese por elección dedocrática; el Ministro de Industria, canario, afirma que Canarias tiene que cambiar su modelo de turismo sostenible, del que ha vivido durante las últimas décadas, por la posibilidad de la extracción de petróleo; la Ministra de Sanidad reconoce que no tiene muchas luces, pues, como la Infanta Cristina, sólo hacía lo que le decía su macho, aunque ya no lo fuera?

Un rey, Felipe, que va a ser el único que, "pese" a su formación, no va a tener que emigrar para encontrar un puesto de trabajo digno, como están teniendo que hacer la gente más preparada de la historia. Ya que no se han atrevido, la mayoría de los partidos "de la casta", como se denominan ahora, a preguntar a la ciudadanía sobre qué forma de gobierno queremos, después de una regencia heredada del fascismo, habrá que ir trabajando para que llegue el cambio. Y el mayor escollo será cambiar las mentalidades de los que se muestran como orgullosos lacayos, y que tanto abundan, por una mentalidad en la que realmente nos hagamos responsables de nosotros mismos, y se tengan en cuenta los méritos y no la filiación, sin escondernos en la seguridad, el buen funcionamiento o cualquier otra excusa de las que nos ponen actualmente.

Otro paso atrás en nuestra democracia fue dado el día de la coronación. Para "evitar altercados", la Delegación del Gobierno, prohibió las manifestaciones que reclamaban un referéndum sobre el modelo de Estado. Igualmente, se prohibió la exhibición de banderas republicanas durante el recorrido. Esto no hace más que poner de manifiesto la brecha, cada vez más grande, entre las instituciones y la ciudadanía. Y es cada vez más habitual que se prohíban las disidencias que piden cambios de fondo, no sólo de formas, con la aquiescencia de los partidos mayoritarios.

Voy a plantearte, Felipe, una salida digna a esta situación de desapego hacia tu institución, de tal manera que puedas seguir ayudando al país y no te veas abocado a emigrar. Y estoy convencido de que no es mala idea: propón en las Cortes la necesidad de saber la opinión de los ciudadanos, mediante un referéndum. A la vez, y dado que la mayoría nos decantaremos por la III República, plantea tu candidatura en alguno de los partidos, pues no dejas de ser un gran activo. Tu presencia se la disputarán todos, pero sobre todo los grandes. Por cercanía política, y hablo desde mi punto de vista, los que más se acercan a tu figura son los sociatas, filiación centro-derecha, y sin tantos alardes impositivos como los demás. Si te decides a hacerlo, yo hablaré en tu favor eQuo? Aunque tienes que tener claro que tienen que aceptarlo los demás.

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Súbditos y lacayos