Los niños han acabado el colegio y algunos padres manifiestan el problema que se les viene encima para compatibilizar el trabajo y el cuidado de los hijos.
La prioridad debe estar clara pero se impone en muchos casos otra realidad. Empiezan a funcionar campamentos de todo tipo que seguro son muy educativos, de deporte, de inglés, en la naturaleza, todo mezclado.
Después de esta época se acaban los campamentos y habrá alguna parte del verano que los padres tendrán tiempo para estar con sus hijos. La pregunta es saber qué disfrutan haciendo juntos. Depende de las edades, con los más niños se juega, en la arena, con los peluches o en el parque.
Como en la educación en general el misterio está en los adolescentes y en las adolescentes. Algunos padres manifiestan sentirse como una tarjeta de crédito, la actividad consiste en ir a comprar indiscriminadamente, sin tener en cuenta muchas veces las notas y sin sitio en los armarios. El padre se sienta a beber sin sed y a comer sin hambre, mientras la madre persigue a las hijas o hijos por las múltiples tiendas donde no se encuentra nada excepcional.
Se repiten los diseños y las modas y la ropa cada vez se parece más a la de las medinas de Agadir.
Desde el primer día busco el tesoro de compartir sutilmente algún rato de hablar sobre nuestras vidas, unos momentos de deporte, alguna delicatesen en la naturaleza y alguna responsabilidad compartida en la cocina o en el jardín.
Llego a junio con mil proyectos humanos y divinos, he puesto notas, he dado conferencias, he trabajado en jardines, he ido en procesión con barcos de fuego y marcho a Marruecos a mejorar escuelas con los chicos de Santiago Uno. Mientras tanto han coronado un nuevo rey y le cambian el nombre a la ley de educación.
Las políticas influyen más de lo que creemos en el día a día de nuestras familias. Me gustaría saber cómo son los hijos del ministro de educación, la calidad humana y qué les gusta comprar. ¿Vestirán ropa de marca o irán de misioneros a África como hacen los niños de Santiago Uno a los que quizás se les niegue la posibilidad de la formación profesional el próximo año?. ¿Señor ministro conoce usted a sus hijos?. Yo conozco a los de Santiago uno y tienen mucho talento. ¿Qué hacen sus hijos en verano por los demás?, ¿ cree que se han merecido comprar tanto?, ¿cree que es bueno para su salud mental?, ¿ qué dicen los informes de calidad europeos al respecto?.