El mexicanismo de hoy empieza en el título, porque me di cuenta de lo generalizado del uso de "quinta", "quintos" cuando lo dije en México? Y me miraron raro? Aquí, quinto no tiene que ver con la fecha de nacimiento: además de un ordinal, es sinónimo de himen, en uso tirando a vulgar. ¿A que "no hay quinto malo" cobra nuevos sentidos con este breviario cultural?
Pero bueno, ya, pongámonos serios. Hoy es el primer día de algo. Un hombre que nació el mismo año que yo, llega al trono. Hoy no toca análisis político sino vida cotidiana y nostalgia más cotidiana todavía.
Decía hace dos semanas que el reinado de Juan Carlos era un periodo histórico del que tenía plena noción, o sea, recordaba su inicio y estaba viviendo su conclusión. El que ahora inicia durará lo que tenga que durar ?que no, coño, que hoy no me voy a meter en polémica política? pero, para uno, empieza a asociarse con ideas de esas que dan un poco de miedito cuando no un franco repelús. Vamos, que si vivo la abdicación de Felipe, si se da, estaré probablemente también cerca de la mía, abdique de lo que abdique.
Dicho esto, sí, creo que tarde o temprano se tomarán decisiones, habrá que cambiar leyes y consultar para poner al día, aunque, como leí en días pasados en un artículo de mi colega Charo Alonso: "La historia tiene unos tiempos distintos a los de nuestros deseos y protagonismos". O sea, no se trata de decir que una constitución sea sagrada, no, al contrario; ni la constitución, ni la república, ni el rey, en un verdadero régimen laico y democrático, no hay nada sagrado? Ni lo sagrado. Dicho eso, la base de una convivencia de iguales es que cada quien pueda sacralizar lo que le dé su rechingada gana ?mexicanismo de hoy, este sí?. En un régimen de ciudadanos iguales, caben hasta quienes no quieren ese régimen. Y, por supuesto, tienen lugar quienes quieren cambiarlo, siempre que todos puedan opinar al respecto y usen las herramientas ?buenas, malas o regulares? que acordamos todos.
Porque, no nos engañemos, los cuestionamientos, el #ReferendumYa y demás peticiones asamblearias, irían por los cauces tradicionales si no hubiera riesgo de "por-ahí-a-lo-mejor-no" o si no costara tanto; pero es que es normal que no se pongan fáciles los cambios radicales, digo yo.
En fin, que mucha suerte al de mi quinta, si le va bien, nos irá bien a todos. Y suerte a los cambiantes y cambieros de buena voluntad. En los procesos nos veremos y, probablemente, si se hacen bien las cosas? Ya veré lo que voto.
Y ya que estamos, suerte a los de mi quinta. ¡Vivan los del 68!, que decían las pintadas.
@ignacio_martins
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