Este sábado, 21 de Junio, celebramos el Día Europeo de la Música. Esta fecha coincide con la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte del globo terráqueo que, según la tradición antigua, era una importante festividad pagana donde se rendía culto a los influjos de la naturaleza.
A día de hoy, vendría mejor denominarlo el Día Internacional de la Música, ya que otros países no europeos ya se han hecho eco de esta celebración y se hacen conciertos en multitud de países del mundo.
En esta ocasión en España nos podemos encontrar, entre otros, con el festival DDM en el Centro de Creación Contemporánea Matadero de Madrid en el que, durante el viernes y el sábado, habrá conciertos con un cartel que supera los 20 grupos.
La festividad del día de la música se viene celebrando desde 1982, cuando el ministro de cultura en Francia de aquel momento, Jack Lang, quiso celebrar la entrada del verano promocionando a músicos desconocidos en las calles y haciendo conciertos para que toda la gente pudiera ver en directo a sus artistas favoritos.
La música, sin lugar a dudas, debería ser parte fundamental de la cultura de todos, todos los días, pero las ordenanzas municipales prohíben tocar música en las calles sin permisos autorizados por el propio ayuntamiento y eso lleva a casos como el del guitarrista Rafael de Dios, sancionado en nuestra ciudad, hace un par de meses por tocar flamenco en la Plaza de Anaya.
Es muy importante internacionalizar la música y más aún hacer a los niños participes de los eventos musicales como harán esta tarde la asociación PYFANO y la escuela de Artes Escénicas Monk en el teatro de Caja Duero (ahora Teatro Caja España-Duero) donde, con el fin de recaudar fondos para los niños enfermos, se representarán las actividades que la escuela ha desarrollado con sus alumnos durante este curso.