"Cada uno tenemos nuestras cadaunadas", un cristal que sirve de filtro de nuestro entorno y nuestras experiencias, de todo lo que acontece fuera y dentro de nosotros, pues está claro que ante un mismo acontecimiento hay tanta interpretaciones como personas, pero también lo que pasa en nuestro interior tiene una parte subjetiva importante o ¿es el miedo que usted siente el mismo que siento yo?
Esto está en la base de las relaciones humanas, en las que funcionan y en las que no lo hacen, en general buscamos personas afines a nosotros, por estatus, formación, gustos?, consumimos productos que coinciden con nuestra forma de entender las cosas, desde el periódico hasta la ropa con la que vestimos algo dice de nosotros mismos, aunque, también es de sobra es conocido, la atracción de los polos opuestos, lo interesante de aquellos que ven las cosas totalmente distintas a como las vemos nosotros.
Lo cierto es que el éxito o fracaso de nuestras relaciones, de pareja, familiares, profesionales, entre amigos?, depende en parte de cómo gestionemos estas diferencias, pues a veces esperamos que alguien interprete algo como nosotros lo hacemos, que lo viva con la misma intensidad, le de la misma importancia o, precisamente todo lo contrario, que quite hierro a asuntos que para nosotros no son relevantes, pero claro, que esto suceda es harto difícil, pues no somos reproducciones idénticas, clones que responden de la misma manera a los estímulos y para saber manejar estas diferencias hay dos pasos necesarios:
Sin estos dos pasos solo podemos esperar que nuestro mundo externo e interno sea igual para todos y eso es sencillamente imposible.
Por cierto, si desea recibir reconocimiento y tolerancia hacia su forma de entender la vida, le invito primero a que de esos dos pasos.