La orquesta y coro infantil actuarán por la mañana en la Plaza Mayor, Anaya y Liceo y la cantante salmantina, por la tarde en el Teatro Juan del Enzina
La décima edición del Festival de las Artes de Castilla y León arrancará este viernes, 6 de junio, con la actuación de la Orquesta y la Coral Infantil In Crescendo procedente de un colegio vallisoletano situado en el barrio de las Delicias.
Este concierto forma parte del Fàcyl Itinerante que apuesta por las calles como espacio de encuentro con el público, como territorio creativo y lugar de intervención artística.
Silvia Carretero, impulsora de In Crescendo, ha presentado este proyecto que comenzó en 2011 gracias a un proyecto conjunto de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL) y el Colegio Antonio Allúe Morer de Valladolid y que tiene como objetivo fomentar la inclusión social de los niños que la conforman a través de la música. Alrededor de 100 niños y varios músicos de la OSCyL actuarán, simultáneamente, en tres espacios de la ciudad: la Plaza Anaya, la Plaza Mayor y la Plaza del Liceo a las 12.30 horas.
In Crescendo está formada por niños en riesgo de exclusión social que gracias a esta iniciativa "han vuelto a las clases, porque el absentismo era alto, y se han integrado, todos se relacionan independientemente de religión, raza o procedencia", ha apuntado Carretero.
"La primera jornada del FÀCYL también contará con el estreno de los espectáculos en Sala", ha señalado la coordinadora del festival, Cristina Mateo, que ha estado acompañada también por la artista salmantina Fátima Miranda.
La cantante ofrecerá un concierto y performance en el Teatro Juan del Enzina a partir de las 20.30 horas. 'Las Voces de la Voz II' mostrará una antología de los últimos trabajos de la artista "que todavía no he presentado en mi ciudad".
Miranda ha explicado que en su actuación, el público se encontrará interpretaciones líricas pero también otras más peculiares que ya distinguen a la cantante. "Trabajo mi voz más allá de lo que nos han enseñado, vuelvo a los orígenes mamíferos y a matices más orientales de culturas como la china, japonesa o balcana", ha añadido.
La artista ya ha anunciado que aunque algunos de sus montajes cuentan con vídeos, "este no va a ser el caso porque quiero la gente se distraiga lo menos posible y puede centrarse en mi voz y en lo que en ellos puede provocar", y es que Fátima Miranda ha insistido en que sus obras causan muchas emociones a quienes las escuchan "pero no siempre buenas".