En multitud de ocasiones achacamos comportamientos humanos a los animales. Solemos sojuzgar los comportamientos de los animales, o al menos de ciertos de ellos, según nuestro particular punto de vista, totalmente homocéntrico, convirtiéndolos en repulsivos, malditos, temidos u odiados. Somos capaces de exterminar una especie, cualquier especie, porque no terminamos de entender que la naturaleza es un sistema, integrado por infinitas variables interdependientes, todas influyen en todas, y en el que aquello que nosotros podemos despreciar por pequeño o nimio puede ser uno de los pilares de todo ecosistema.
Quien es tachado de tiburón, normalmente asociado al mundo de las finanzas, lo es por ser considerado alguien sin escrúpulos a la hora de conseguir sus objetivos dinerarios, sin importarle la manera de lograrlo. ¡Pobres tiburones! Su único pecado ha sido ser utilizados como actores, involuntarios, por parte de Steven Spielberg, entre otros muchos que siguieron su estela. En su película "Tiburón", presentó al gran tiburón blanco, Carcharodon carcharias, como un ser sanguinario y asesino, cuando rara vez atacan a humanos. El número anual de muertos por ataque de tiburón, de cualquier especie de tiburón, está en torno a la decena. Y son consecuencia de la confusión de la víctima con una presa, debido a los movimientos hechos. Pero no todos son carnívoros, también los hay que se alimentan de plancton, como el tiburón ballena, o peregrino, Rhincodon typus, e incluso herbívoros, como los tiburones gata, Apristurus brunneus: unos cardan la lana y otros llevan la fama.
Un género, el de los tiburones en general, que están desapareciendo más rápido de lo que podamos creer debido a la sobrepesca para la comercialización de sus aletas, unido a la destrucción de sus hábitats y la sobrepesca accidental, pues son numerosos los individuos capturados junto a los bancos de atún y bonito, una de sus fuentes básicas alimentarias. También influye que su madurez sexual es muy tardía y presentan una muy baja fecundidad. Después de haber visto los últimos 400 millones de años de la historia terrestre, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, IUCN, estima que un tercio de los tiburones oceánicos están amenazados de extinción [http://bit.ly/1pED0ly].
Otra leyenda creada por la imaginación de un hombre que saca las cosas de contexto y pasa a formar parte de los memes humanos (al igual que los genes se refieren al código genético de la especie, el término "meme" hace referencia a la unidad teórica de información cultural transmisible de una mente a otra, o de una generación a la siguiente), concretamente al lado oscuro de la mente humana. Y mucha de la culpa la tiene el lenguaje que utilizamos, cuyo claro ejemplo lo encontramos en la orca, Orcinus orca. Los balleneros españoles del siglo XVIII habían observado que atacaba a las grandes ballenas, que ellos mismos buscaban, por lo que la denominaron asesina-ballenas, pero fue traducido al inglés al contrario, es decir, ballena asesina, denominación que pervive hasta nuestros días.
Vistas las perversiones lingüísticas a las que nos someten no es extraño que, en estas últimas elecciones, haya triunfado Podemos. Frente al No Podemos del PPSOE, "No Podemos negar a los bancos su derecho a dejarte sin casa, ni a las eléctricas el suyo a quitarte la luz, ni a las gasísticas el de cortarte la calefacción. No podemos, "cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste", desoír las órdenes del Ibex 35. Aquel No Podemos fundacional de Zapatero marcó el rumbo a Rajoy. No Podemos dejar de pagar la deuda, No Podemos perseguir a los defraudadores fiscales, No Podemos meter en la cárcel a nuestros amigos corruptos, No Podemos evitar que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres?" [http://bit.ly/1oDfF6z].
"Ante esa lógica de una clase corrompida que trabaja para sí y para los especuladores que la recogen más tarde en sus Consejos de Administración", más nos vale estar precavidos frente a los tiburones de dos piernas y beatífica sonrisa.