Son fuertes las voces e infinitos los comentarios y los análisis...sobre lo que está pasando: gobierno, Rajoy, Bárcenas, ERES, Bancos, hundimiento de algunos partidos, emergencia de otros, poder judicial, empresas, paro, desahucios, hambre..; sobre el por qué de nuestra pasividad..., de ciertas posturas de avestruz en algunas Instituciones, cuyo fin principal es velar y contribuir a la buena salud de las personas. Las elecciones recientes también han hablado elocuentemente. Es mejor ahorrar los bla, bla, bla, lamentaciones y comentarios, y empezar a preguntarnos por las causas profundas de lo que nos pasa a todos, a los políticos (denostados hasta el fondo, por esa ignorante costumbre de generalizarlo todo); a las iglesias, a las instituciones, preguntarnos por qué tanta corrupción descarada colectiva y personal, por qué nuestra apatía y falta de reacción.
Creo sinceramente que la sociedad , está corrupta, que nosotros que la formamos, estamos corruptos: No se pagan impuestos, las desigualdades son cada vez mayores, los valores de la verdad, honradez, de la solidaridad cotidiana están por el suelo, el sexo degradado, los valores espirituales se cotizan cero y el materialismo nos invade; la incultura, la ignorancia de las masas es un antivalor del que se presume. Apestan la banalidad y la venalidad. ¿Qué se puede esperar de una sociedad semejante? No hay asociaciones, personas que apuesten fundamentalmente por la reflexión, búsqueda, lucha y disciplina que empiecen a reconstruir los principales valores de la persona humana: VERDAD, BONDAD, BELLEZA, JUSTICIA, AUSTERIDAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD, TERNURA, CUIDADO...; que analicen con verdad la propia vida en los diferentes ámbitos, la vida interior también, el tiempo que la dedicamos; nuestras sombras: envidias, ambiciones, traiciones. Luchar a brazo partido por medios tan esenciales como la EDUCACIÖN y los EDUCADORES: padres, maestros...;la SALUD: Sanidad, médicos, enfermeras, hospitales...Por las personas en todas las edades, en especial niños, jóvenes y ancianos. Empezar ya esta especie de CRUZADA de regeneración y empezar por mi mismo/a, analizando lo que soy, lo que hago, lo que digo, lo que como, lo que compro, por qué estoy aquí, y cuáles son mis deseos más profundos. "Gnosce te ipsum", empieza conociéndote y juzgándote a ti mismo, dijeron ya griegos y romanos porque la verdad y el camino para encontrarla es siempre el mismo...¿Cuántos estaríamos dispuestos a salir a la calle para hacer semejante llamada? ¿Cuántos a ponerla ya en práctica?