La plataforma ciudadana que desde el cierre de la Fundación ha luchado por su permanencia ha querido manifestar mediante un comunicado su opinión
Hace exactamente un año, el 27 de mayo de 2013, salía a la luz la inesperada y triste noticia del cierre en Salamanca de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Noticia sorprendente que, a su vez, fue deliberadamente ocultada por los responsables del centro hasta el último momento y a la que tuvieron que hacer frente después de su filtración a los medios.
Se cumple hoy un año desde que la Fundación cerró las puertas de sus salas de lectura y préstamo, de su Centro de Documentación especializado en literatura infantil y juvenil y, a su vez, prescindió de 22 trabajadores para quienes las promesas de reubicación en Madrid resultaron ser solo un cuento. Con todo ello, se esfumaron también la mayoría de sus actividades de fomento a la lectura. Sin embargo, entre tanto desatino, surgió un nuevo concepto de biblioteca que, a día de hoy, ya figura en manuales especializados de Documentación: la tristemente famosa "Biblioteca Extramuros". En la práctica, el concepto se reduce a la entrega en domicilios particulares de una bolsa de deporte con libros en préstamo; un gesto que podría parecer un "regalo póstumo" de don Germán a sus lectores infantiles. Paradojas del destino.
Y hace un año también que la Plataforma por la Permanencia de la FGSR inició su particular lucha. Porque Salamanca es una ciudad pequeña; pero hemos movilizado concentraciones lectoras, participado en redes sociales (seguimos activamente en Facebook y Change.org), reunido más de 16.000 firmas, apoyado la propuesta enviada a las Cortes de Castilla y León, intentado abrir vías de comunicación? Y lo más importante, hemos conseguido entrevistarnos, directamente, con algunos de los máximos responsables de las instituciones involucradas, cuyo apoyo es ahora motivo de gratitud expresa: Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, Diputación, Delegación del Gobierno y Ayuntamiento de Salamanca.
Y entonces, tras esta ardua tarea, ¿qué se ha conseguido? Para nuestros hijos, que cada día que pasan por delante de la Fundación y preguntan cuándo va a volver a abrir, para todos los niños que disfrutaban con las actividades organizadas ¡NADA! Para la Plataforma, tras varias propuestas y tras varios intentos de acercar intereses, tampoco nada. Ninguna de las iniciativas de solución propuestas ha tenido éxito. Las promesas de colaboración con las instituciones que prometía el director del centro, D. Antonio Basanta, se han convertido en mera pantomima. Tanto la Plataforma, con la ayuda incondicional del Departamento de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Salamanca, como el Ayuntamiento han enviado propuestas de colaboración para que el centro volviese a abrir varios días a la semana. Pero, tristemente, a los directivos de la Fundación les ha parecido insuficiente, en su actual intento de cambiar letras por números.
En este año, algo que sentíamos como nuestro y que valorábamos como el gran proyecto cultural que fue para Salamanca, ha desaparecido ante la pasividad de muchos; aunque, paradójicamente sigue ahí, "intramuros", porque a día de hoy los libros no han sido trasladados ni la sala desmantelada. Desde la calle Peña Primera, se puede comprobar cómo unos vinilos opacos en la ventana nos separan de un espacio de lectura que sigue atesorando, en silencio, miles de libros en lo que antes era un espacio vivo, mágico y accesible.
Y el próximo año seguirá igual, si alguien no lo remedia. En este año de "Biblioteca Extramuros", ha habido un trabajo callado y constante por parte de la Plataforma para intentar que se reabriera el centro. Porque los niños de Salamanca quieren que vuelva "su Fundación", porque los padres no vemos que exista, ni vaya a existir, una alternativa equiparable a lo que la FGSR ofrecía, y también porque el silencio de sus responsables es un silencio desolador. Lo que está en juego es el futuro cultural de una generación que no tiene la culpa de la situación que padece. Esa seguirá siendo nuestra lucha, la de la Plataforma, porque vamos a seguir proponiendo alternativas, mientras exista la posibilidad de conseguirlo. ¿Se cuenta con la voluntad por llegar a un acuerdo?