Laura ha tomado su primera comunión.
Llegó un 6 de enero como regalo de los Reyes Magos y la película de su vida ha pasado vertiginosamente rápida.
El domingo 18 de mayo nuestra "lentejita" brilló especialmente entre la emoción y su timidez.
La misa, sencilla, con Antonio y Paco, sencilla y hermosa, con todos los niños de la parroquia, coro y catequistas arropando este importante paso en la dirección de la fe en la buena gente.
Creo que a Jesús lo encontrará mirando a los ojos a las personas que ya lo han encontrado, sobre todo a través de sus hechos.
Entre la montaña de regalos, éste en un posible tema de debate, las lágrimas brotaron con uno que consiste en algunas hojas de papel e imágenes de estos nueve años de nuestra hija, desde su nacimiento hasta ahora, cascadas de recuerdos y sentimientos concentrados en un minuto.
Laura es especial, una niña querida y deseada, la primogénita, una princesa destronada.
De apariencia dura y corazón tierno, sensible, deportista.
Como padres nos preguntamos qué será de ella en un futuro, pero nos damos cuenta de que debemos aprovecharla más a cada momento, que lo importante es disfrutarla cada día, que el tiempo que no se vive es tiempo sin memoria por no haberlo vivido. Laura en un diamante en bruto, estamos convencidos de su capacidad para hacer felices a quienes estén cerca de ella.