Competencia...

Llevo ya muchos días y meses, dándole vueltas a escribir lo que a continuación expongo, a veces por no querer que exista el más mínimo malentendido y otras, quizás por pasotismo, lo he ido dejando, pero en la semana anterior he vivido unos hechos que me han acelerado en mi intención de exponer mis avatares mentales, sobre la competencia, pero sobre la desleal; la que no lleva este calificativo me parece necesaria y además enriquecedora tanto para la empresa como para el cliente.

Para regular el sistema de comercio o una parte de  él, se legisla  la Ley 3/1991, de 10 de enero, de Competencia Desleal.
 Y sin hacer hincapié en todos los artículos, sería un rollazo, sólo voy a comentar 3:

Artículo 5: Actos de engaño

1. Se considera desleal por engañosa cualquier conducta que contenga información falsa o información que, aun siendo veraz, por su contenido o presentación induzca o pueda inducir a error a los destinatarios, siendo susceptible de alterar su comportamiento económico, siempre que incida sobre alguno de los siguientes aspectos:

a)....

También podemos hacer referencia al siguiente artículo:

Artículo 7: Omisiones engañosas

 Se considera desleal la omisión u ocultación de la información necesaria para que el destinatario adopte o pueda adoptar una decisión relativa a su comportamiento económico con el debido conocimiento de causa. Es también desleal si la información que se ofrece es poco clara, ininteligible, ambigua, no se ofrece en el momento adecuado, o no se da a conocer el propósito comercial de esa práctica, cuando no resulte evidente por el contexto.

Cómo es posible en un momento de nuestra vida donde la información se encuentra por doquier, que en determinados aspectos cerremos los ojos para no ver. Cómo podemos pensar que "a los perros los atan con longanizas" , o "que alguien da duros a tres pesetas".

Yo cada día, atiendo clientes que aceptan presupuestos sin la más mínima especificación de cantidad, calidad, o montaje del producto que le están intentando vender, solo quiren ver el precio; y lo más impactante es que se asombran cuando  le hacemos un presupuesto marcando todas y cada una de las pautas que son necesarias. Nos adaptamos  como los camaleones a cualquier situación , aunque esta no sea normal y cuando chocamos con la situación real nos cuesta verla y digerirla.

 Me sorprende, ingratamente, que alguien compre y pague sólo sabiendo el precio pero, ¿es lo mismo un coche full- equipe que uno sin ruedas, aunque los dos sean coches?

 Por otra parte me apena, y mucho, que desde nuestras empresas, o desde quien utiliza estos hábitos, no sea consciente de la desconfianza en la que sume al cliente, desconfianza que como el virus de la gripe, no diferencia de quien lo hace bien y quien lo hace mal, quien intenta y a veces consigue engañar, y quien bajo ningún concepto engaña, siempre expone sus conceptos y posibilidades de venta  ajustándose a la ley de comercio y sobre todo a unos valores en los que se encuentra la moral y la integridad comercial.

Si pasamos a otro artículo, dice:

  Artículo 6: Actos de confusión

Se considera desleal todo comportamiento que resulte idóneo para crear confusión con la actividad, las prestaciones o el establecimiento ajenos.El riesgo de asociación por parte de los consumidores respecto de la procedencia de la prestación es suficiente para fundamentar la deslealtad de una práctica

   Si en el caso de la floristería, a nuestros clientes le enseñamos un catálogo que no es nuestro, ni creado por nosotros, ni tan siquiera tenemos el permiso para utilizarlo, estamos ENGAÑANDO, y eso no es vender, ni comercializar, eso exagerando un poco ¿podríamos considerarlo un hurto?

 Artículo 10 : Actos de comparación

a) Los  bienes o servicios comparados habrán de tener la misma finalidad o satisfacer las mismas necesidades.

b) La comparación se realizará de modo objetivo entré una o más caracteristicas   esenciales , pertinentes, verificables, y representativas de los bienes o servicios ...

   En definitiva, me molesta, y cada día más, que en mi sector, la floristería, la formación sea COPIAR, el trabajo de los demás, que la innovación sea bajarse un catálogo de la red de la competencia, que la atención de venta sea desprestigiar al contrario con sinrazones .

Si toda esta energía, pensando en la competencia, la encauzáramos para nuestro beneficio, formación, innovación, seríamos envidiables y envidiados, pero por nuestros merecimientos.