OPINIóN
Actualizado 19/05/2014
Carlos Blanco Sánchez

Hay una pulga

que me pica en todo el cuerpo,

hay una pulga

que me pica sin parar;

me pica, pica,

pica, pica las narices

y mis narices

no paro de rascar.

 

Me pica, pica,

por detrás de las orejas,

en las axilas

¡qué picotazos me da!

la muy tunante,

brinca y brinca por mi cuerpo,

como la atrape

la pulga se va enterar.

 

Hay una pulga 

que me pica en todo el cuerpo,

hay una pulga 

que me pica sin parar;

me pica, pica,

pica, pica las narices

y mis narices 

no paro de rascar.

 

En el ombligo se escondió ...

-¡Ay!, qué tunante.

¡Qué picotazo

me acaba de dar aquí! ...

Me tiene loco

a picotazos esta pulga;

cuando la coja,

de verdad, la voy a freír.

 

 

De un salto grande

a mis rodillas ha llegado,

rasca que rasca

no me dejo de rascar;

en los tobillos, tras un salto,

me ha picado.

-¡Impertinente! ...¡Mala pulga! ...

 ¡Basta ya!

 

Hay una pulga 

que me pica en todo el cuerpo,

hay una pulga 

que me pica sin parar;

me tiene loco, 

a picotazos, esta pulga ...

¿Qué ven mis ojos? ... 

¡En el suelo! ...

¡Toma ya!

 

Había una pulga 

que me comía a picotazos,

pero la pulga

con las ganas se quedó;

cuando en el suelo estaba

le di un zapatazo;

despachurrada al otro mundo

se marchó.

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