El arrojo y el atrevimiento del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, no tiene parangón. Cómo quién no quiere la cosa y en plena campaña electoral va y suelta que el Gobierno, eso sí para 2015 ?también hay elecciones generales, municipales y autonómicas en el caso de Castilla y León- bajará los tramos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que no el importe, y el Impuesto de Sociedades e insiste en que no habrá subida del IVA, que "se va a quedar como está".
Eso sí para curarse en salud se guarda una carta: la de que no habrá más movimientos en impuestos indirectos salvo los que vengan obligados de la normativa europea. Ya empezamos con peros. Al poco de que el PP llegara al Gobierno la culpa la tenía la herencia socialista y ahora que ya han le han cogido gustillo a las poltronas 'echan el muerto' a Europa.
Menos mal que los ciudadanos ya están curados de espanto y por un lado les entra y por otro les sale lo que dicen los políticos. Probablemente, en términos macroeconómicos la recuperación sea "una realidad" como dice el ministro o los indicadores a los que él recurre, pero el trabajador de a pie que, por si alguien lo había olvidado, es la mayoría, sigue teniendo cada vez más problemas para llegar a final de mes en aquellos casos en los que aún puede iniciarlo.
En fin, que la política tiene estas cosas y sobre todo en periodos preelectorales, pero en España y supongo que el resto de Europa 'otro gallo cantaría' si los elegidos en las urnas se dedicaran a poner orden en el cúmulo de desaguisados existentes en vez de agarrotar a los sectores de población que, con su esfuerzo diario, aspirar a vivir dignamente y sólo eso.