Con su derribo cae también su espadaña de tres huecos que era característica del paisaje de la pedanía
La iglesia de Palomares de Alba, situada en el centro de esta pedanía de Alba de Tormes, es ya historia que solamente podrá recordarse mediante fotografías. Su estado de ruina, su nulo valor patrimonial y el riesgo que entrañaba para las personas han sido motivos suficientes para que Ezequiel Rivas, alcalde pedáneo, solicitase al Obispado y al Ayuntamiento una intervención inmediata para su derribo.
Tras ejecutarse su petición, de la iglesia, construida en 1886, ya solamente quedan tres paredes que delimitan el espacio del antiguo templo ahora lleno de escombros. Con su derribo desaparece también su característica espadaña formada por una sola pared y con hueco para tres campanas y que era parte imprescindible del paisaje de la pedanía.
La dejadez institucional acaba en derribo
El templo no acogía actos religiosos hace más de 40 años, el paso del tiempo y la nula preocupación por parte de las instituciones pertinentes llevaron a la iglesia a formar parte integral de un paisaje rural y en ruinas.
Ahora, según ha explicado el concejal de Urbanismo, Ernesto Santos, a SALAMANCArtv AL DIA "el Obispado deberá encargarse de retirar el escombro acumulado con el derribo y decidir si dejar en pie el resto de muros que de momento no suponen ningún peligro para los escasos viandantes que están en Palomares de Alba"