OPINIóN
Actualizado 24/04/2014
José María Moreno

Salamanca no está para celebraciones. Un año más desde la Junta de Castilla y León y desde el resto de organizaciones y partidos políticos "regionales" se nos insta a celebrar la derrota comunera como el símbolo de la identidad de Castilla y León.

   Sin embargo, con independencia del sinsentido histórico que supone que la principal comunidad derrotada, Toledo, no forme parte de esta comunidad autónoma y sí formen parte de ella otras provincias abiertamente contrarias al alzamiento comunero, Salamanca no está para celebraciones. Ayer, sin ir más lejos, conocimos que Salamanca ha perdido una media de 10 habitantes cada día durante el último año. Un suceso que sigue la senda de años anteriores de pérdida demográfica y envejecimiento de nuestra población al que no se ha querido o sabido poner coto desde ninguna de las instituciones que nos gobiernan, especialmente desde la Junta de Castilla y León. Salamanca se hunde día tras día en el olvido, en la falta de iniciativas de unos políticos acostumbrados a no hacer nada para lograr que nada cambie. Unos políticos que parecen más de la corte de Carlos V que al impulso democrático, de cambio y de resurgir económico que propugnaban los comuneros.

   No extraña ante esta situación que nuestros políticos hayan decidido festejar la derrota de los comuneros, se podría haber optado por festejar su alzamiento, pero nuestros políticos verdaderamente prefieren festejar la derrota, la derrota del progreso, la derrota del emprendimiento, la derrota de la juventud y la derrota del desarrollo a manos del inmovilismo.

   A mi juicio, poco o nada tiene que celebrar Salamanca este día. No es digno celebrar la derrota de nuestro Maldonado y no es digno celebrar un año más la derrota de nuestro futuro a mano de unas instituciones ajenas a los problemas de nuestra tierra.

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Villalar