Algunos se creyeron honrados mientras no dispusieron de caja en la que meter la mano. Cuando tuvieron la oportunidad de demostrar que lo eran, les pudo la codicia y terminaron demostrando que eran peores que aquellos a los que siempre criticaron. Y no han parado.
Asistimos a un permanente chorreo de noticias sobre Andalucía, que nos está consumiendo la capacidad de sorprendernos. Parece que todo es posible en esa hermosa tierra. Después de más de treinta años de gobierno de los mismos, el balance no puede ser más desolador: pobreza, región de Europa con más paro, corrupción por doquier y pocas ganas de poner remedio. ¿ Este es el progreso y el cambio pregonados.? Dilapidar los medios que provienen de la aportación de todos y de Europa, que deberían servir para reconducir la situación de desempleo de tantos, con mejor preparación para nuevos puestos, se ha convertido en la gran mentira de quienes presumen de estar al lado del pueblo, de defenderlo, de buscar la igualdad, de garantizar derechos básicos? ¿Cuántas vacas están asando, vive Dios? Y a quien ha hecho las cosas bien no se le paga, se le arruina y se le obliga a cerrar la empresa.
Y los grandes capitostes se irán, una vez más, de rositas. Si un policía dispara una bala de goma fuera de lugar, le piden explicaciones al ministro del Interior, porque el ministro está detrás de cada policía, en todo momento, claro. A esta gente no se le pueden pedir explicaciones porque "no se han enterado de nada", todo se ha hecho a sus espaldas: los GAL, los fondos reservados, Filesa, los Eres, lo otro, lo de más allá y ahora esto de la formación. Como para que anden sacando pecho con las Elecciones Europeas y que van a poner a España donde le corresponde? ¡Joooo?..der! Pues mejor que no lo intenten, que nos dejen donde estamos, por favor.
Estoy conscientemente evitando poner la palabra socialismo, porque el socialismo me merece un respeto, aunque tenga algunas discrepancias importantes. Los que no me merecen ningún respeto son estos indecentes que han prostituido el socialismo, se han reído de los más pobres e ignorantes y quieren aparentar, a toda costa, que ellos son la esencia de la democracia y del futuro de España. Y junto a quienes han perpetrado o permitido estos desmanes, incluyo a quienes, siendo honrados, no levantan la voz, exigen a los falsarios que se vayan, o se van ellos, porque no pueden estar en el mismo carro. ¿Por qué callan, qué temen perder?
Pobre Andalucía y pobre España. A ver si el tiempo de Pascua de Resurrección nos deja un resquicio y podemos resucitar de esta muerte anunciada, prolongadamente anunciada.