Ni que decir tiene que la Semana Santa ya no es ni la sombra de lo que era. Ahora incluso hasta el tiempo meteorológico ha cambiado y cómo en esta vida hay que ser agradecidos, pues bienvenido sea, sobre todo para aquellos cofrades que no pudieron sacar a la calle las imágenes religiosas en anteriores ediciones.
Probablemente hasta esta semana de pasión se haya visto afectada por la crisis ?ésa de la que ya estamos saliendo, según los gobernantes 'populares', claro,- y si no que se lo digan a los trabajadores de la enseñanza, quienes han visto reducidas de forma importante las vacaciones habituales por estas fechas o a los empleados del comercio a los que el Jueves Santo no le quedó más remedio que acudir a sus puestos.
También a la ciudadanía en general se la ha dejado respirar por parte de los políticos y eso que casi sin darnos cuenta ya estamos en precampaña electoral. El problema para el PSOE era que el PP no había dado a conocer su candidatura y ahora que ya es pública los socialistas no dejan de recurrir a la defensa de los derechos de las personas discriminadas que aún siendo vital esa salvaguardia, ¡faltaría más!, Europa son muchas otras cosas.
Querámoslo o no, nuestro futuro depende de la Unión Europea porque es en este marco donde se adoptan las decisiones de calado aunque también es verdad que el cómo llevar a la práctica esas medidas corresponda a los gobiernos nacionales y que en el caso del español se haya optado por "meterle mano al bolsillo" de los curritos y de los pensionistas en vez de a las estructuras políticas a las que los partidos, sean de derecha, de izquierda o del centro, protegen con celo como si en ello les fuera la vida, que también.
Pues nada, que la Pascua acabe bien para volver el lunes a la rutina, teniendo en cuenta que la semana que comienzo será un poco más llevadera por aquello del 23 de abril, la fiesta de Castilla y León.