La semana pasada nos limitamos a hacer una pequeña relación de los sucesos en los que se ven implicados los "mosos d'esquadra" de los numerosos casos que ocurren, pero sin duda el caso que más afectó a los ciudadanos de toda España ocurrió el 6 de octubre pasado, en el que el empresario Juan Andrés Benítez, sacando a pasear a su perro y por causa de este, discutió con un vecino y, temiendo que la discusión se agravase, llamó él mismo a los "mossos" para que mediaran y acabaran con dicha porfía, estableciendo el orden en la calle. Fue reducido, por emplear una terminología propia de la policía, y cuando estaba esposado en el suelo, le fueron propinadas una serie innumerable de patadas en la cabeza que acabaron con su vida, sus gritos desgarradores pudimos escucharlos, no sin estupor, en las pantallas de las distintas televisiones. Los diez guardias fueron imputados y por mor de las distintas autopsias y la protección del sistema han sido, prácticamente, puestos en libertad porque ¡"carecen de cabellos y vello necesario para practicarles los análisis"!
El jueves han muerto otras dos personas al ser detenidas y reducidas por los "mossos d'esquadra"?
Existen varios cuerpos de policía en el territorio nacional; la Guardia Civil, con 81.941 agentes, el Cuerpo Nacional de Policía que está formado por 71.387 efectivos, los "mossos d'esquadra" que está compuesto por 17.080 policías, la Ertzaina con 8.080 elementos, la policía foral de Navarra integrada por 1.200 agentes y la Policía Local, compuesta por 65.500 policías. Es decir, y sin contar la seguridad privada, en todo el territorio nacional existen más 245.000 policías que están realizando distintas detenciones y reduciendo a personas diariamente sin que suceda nada anormal, salvo algún incidente aislado que no merece mayor atención. Los problemas graves solo ocurren con los "mossos d'esquadra".
Creemos que ha llegado el momento de analizar con seriedad quiénes están al mando de estos efectivos, cómo se forman, cuáles son sus directrices y por qué suceden estos hechos. España no puede permitir que esto suceda en una parte de sus efectivos policiales y deberá analizar exhaustivamente por qué ocurre sólo en estos efectivos; hay que añadir que en Cataluña también está presente el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil sin que conozcamos sucesos de esta índole. El estado deberá investigar estos hechos y tratarlos con el rigor que dichos actos merecen.
Que los hados nos acompañen?