PEÑARANDA | Durante el pregón realizó una mención emocionada a los 17 jóvenes que recibieron junto a el la Orden Sacerdotal
El sacerdote peñarandino Pedro Carrera ha querido poner de manifiesto las importantes carencias espirituales que la sociedad actual mantiene durante la pronunciación del Pregón de la Semana Santa.
Moisés Pérez, presidente de la Hermandad de Cofradías, ensalzaba la figura del sacerdote en su discurso inaugural en el que manifestaba que "a pesar de los reveses sufridos durante el ultimo año trabajamos desde la fe y por la fe" a lo que añadía el compromiso de continuar trabajando en conjunto por la Semana Santa de la ciudad "a pesar de no recibir el reconocimiento merecido"
El acto contaba con la presencia del vicepresidente de la Diputación de Salamanca, Carlos García Sierra, el alcalde de Peñaranda, José Antonio Jiménez Barcala, y una amplia representación de la corporación local y del grupo socialista municipal.
Durante su alocución, Pedro Carrera, repasaba su vida y sus inicios en el sacerdocio, haciendo especial hincapié en la importante ayuda que recibió al iniciar sus estudios religiosos y musicales por parte de varios vecinos, algo que le ha marcado hasta el día de hoy. La situación actual de la fe, las diferentes e importantes dudas que plantea la sociedad sobre la existencia o no de Dios y la sustitución de la fe por el capitalismo, fueron algunos de los puntos mas importantes de su pregón, al que no faltaron varias referencias al Papa Francisco y a los mentores que le llevaron por el camino del evangelio.
Tras el sentido discurso, la Hermandad de Cofradías procedió a la entrega de los galardones correspondientes a la vigésimo primera edición del Premio de Poesía, en la que se alzaron con el triunfo, el escritor y colaborador de SALAMANCA RTV Quintín García y el escritor Juan Carlos Rodríguez Burdalo.
Durante su intervención, Quintín García afirmaba que "la soledad es una realidad humana con muchas caras. La padecemos o la gozamos de mil maneras. Yo en este poema he querido pintar un paisaje de experiencias de soledad entendida como desamparo, como impotencia del ser humano ante un montón de cosas que se le imponen: por ejemplo la enfermedad, el dolor físico y moral, la muerte dolorosa de otros o la propia, las angustias mil, los miedos y zozobras que sufrimos por unas cosas o por otras, cuando niños por niños y cuando mayores por mayores" y añadía que "nos queda la solidaridad practicada frente a las adversidades y limitaciones de nuestra propia naturaleza, como en la novela La Peste de Albert Camus, también de reciente centenario como Octavio Paz, al que se honra y recuerda en la edición de este año del premio que hoy recojo"
Además de estos, Ramón Bascuñana recogía su galardón con accésit de certamen internacional. Todos ellos recitaron sus poemas como colofón a un acto que no dejaba una sola butaca vacía en el Teatro Calderón.