España cae de pleno en el huso horario de Greenwich y sin embargo tenemos nuestro reloj adelantado una hora y coincide con la hora de nuestros vecinos centroeuropeos como franceses, italianos y alemanes, en vez de la que por posición geográfica nos correspondería que sería la de nuestros vecinos de un poco más arriba, los ingleses.
Sin embargo estamos muy lejos las costumbres de nuestros vecinos europeos. Mientras para ellos es normal reservar una mesa para cenar a las ocho o sacar unas entradas para al cine a las seis, aquí no quedamos para cenar antes de las diez o lo del cine es implanteable salvo que vayamos a ver una película con nuestros hijos pequeños.
Este fin de semana encima hemos adelantado una hora el reloj y eso propicia que nuestro tiempo de ocio, el del cine, de las cenas, de las copas, de la noche, empiece y sobre todo termine aún más tarde. Para muchos es un tópico decir que los españoles vivimos mucho más tarde y que disfrutamos más de la vida, pero no creo que eso nos favorezca.
El Congreso ha propuesto al Gobierno que se estudie lo que significaría atrasar los relojes una hora coincidiendo con Reino Unido, Portugal y Canarias. Este cambio supondría un cambio no solo de huso si no tambien de usos, puesto que implicaría cambios en nuestras costumbres y aspectos como la productividad-competitividad y la conciliación laboral-familiar.
En realidad hasta 1942, nuestro reloj estaba sincronizado con el de los ingleses y fue en este año cuando Franco por estar en sintonía con los alemanes decidió pasar al huso GMT+1 igual que Hitler había impuesto en todos los territorios ocupados, sin embargo cuando acabó la Segunda Guerra Mundial todos volvieron a sus horarios anteriores, excepto España. Es decir, desde hace más de setenta y dos años, los españoles vamos una hora por delante del tiempo solar en otoño-invierno y dos durante la primavera-verano.
Como ven esto del cambio de hora es más complicado de lo que parece, pero si atendemos al sentido común y al lugar que ocupamos en el globo terráqueo deberíamos este sábado haber dejado el reloj como estaba, pues somos los únicos europeos que vamos con la hora desajustada respecto a las horas de luz y oscuridad naturales.
Posiblemente nuestros problemas no sólo pasan por esto, pero todo hace.