? Buenos días, soy Hipólito Zafra Bastida, inspector de hacienda, profesor de la universidad y presidente del club de defensores de la educación y las buenas costumbres. Perdone que la interrumpa pero necesito hablar con usted.
? Tenemos un minuto, mientras los chicos se sientan y se organizan. Usted dirá.
? Quiero decirle que mi hija viene aterrorizada a su clase. La noche anterior ya empieza a ponerse nerviosa y hasta le sube la fiebre.
? Pues lo siento, pero nunca he tenido la sensación de que Anita estuviera a disgusto en clase. Mírela, ahora mismo se la ve tan contenta charlando con sus compañeros.
? Ya, bueno. El que la llame Anita, aunque tenga 12 años, ya indica que se toma unas confianzas que no se le han dado. Mi queja se refiere, precisamente, a la forma en que trata a sus alumnos. No espero que se dirija a ellos de "usted", aunque sería lo ideal, pero su vocabulario?, sus formas?no me parecen adecuadas ni profesionales.
? Es mi manera de trabajar. El viejo axioma de "una de cal y otra de arena". Cuando nos atascamos en algún asunto utilizo la risa como medio para romper la tensión y poder seguir adelante. ¿No será que su hija se pone nerviosa porque casi nunca trae los deberes hechos?
? Eso? eso no viene al caso. Me resulta incomprensible que alumnos y profesores lleguen a un trato en que se puedan gastar bromas, por decirlo de alguna manera, y desde luego a mi hija no le hacen ninguna gracia. Como el asunto del pelo?
? ¿Perdone??
? Si, se metió con su pelo.
? Ah?ya recuerdo. Un día, mientras entraban en clase, me di cuenta que tenía el pelo con reflejos rojizos y simplemente comenté, en un tono absolutamente normal, que si se había hecho algo en el pelo, que muy bonito.
? ¿Insinúa que mi hija se tiñe el pelo? ¡Eso es mentira!
? Pero si da igual?
? No da igual, es una falta de respeto. Y mi hija se siente profundamente ofendida con sus comentarios?, con sus "bromas"
? Pues le aseguro que ella se ríe como los demás.
? Me acaba de confirmar que es usted una mentirosa. ¡Mi hija no se ríe nunca!