Hoy llega la primavera, dejamos atrás el invierno con su oscuridad y largas noches. Que bueno que sería que este cambio de estaciones, fuera también el inicio para que se alarguen los días de esperanza y se haga realidad la salida de la crisis y, que quienes más la están padeciendo, empiecen a superarla.
Tenemos una provincia grande, maravillosa y muy variada en sus múltiples comarcas. La extensión es de 12,350 km. cuadrados, más de vez y media la extensión de las tres provincias vascas juntas y, en cambio, la población de las Vascongadas es de 2.191.018 habitantes y la nuestra sólo de 352.986; bastantes menos que la que teníamos hace sesenta años. A lo largo de todo este tiempo, han sido cientos de miles de salmantinos los que han tenido que emigrar a otras tierras. Pensemos que ha llegado la hora del cambio y el mismo se consigue, no sólo deseándolo, sino poniendo cada uno algo de nuestra parte.
Estamos dentro de un proceso en el que muchas cosas van a cambiar por necesidad y, es labor de todos colaborar para que. quienes tienen que liderar ese proceso, sean personas competentes y responsables. Si no colaboramos y participamos, y, simplemente sólo nos dedicamos a criticar lo que se hace por parte de unos u otros, para nada estaremos contribuyendo para que nuestro futuro sea diferente y mejor que el pasado.
Seamos un poco menos materialistas en esta primavera y pensemos también en la felicidad que está en las pequeñas cosas que nos rodean.